¡Solo a Min Yoongi se le ocurre! No es más que un idiota que logra convencer a Jimin, su mejor amigo, de vestirse y actuar como su novia, todo con el fin de mostrarle que él es un chico maduro y genial.
¿Lo peor? Que funciona, pero eso lo lleva a re...
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La puerta se abrió y Jimin suspiró al encontrarse con Yoongi detrás de ella. -Llegaste muy rápido -soltó Jimin, ignorando el puchero que su mejor amigo levantaba en sus delgados labios rosados.
Su corazón tembló, quizá un poco aliviado de la idea de que su mejor amigo siguiera soltero, porque aunque encontró mil pros, el hecho de que existía la posibilidad de que tuviera una relación, se sentía pesado.
Se hizo a un lado, Yoongi le miró lastimero y él suspiró de nuevo una vez entró en su apartamento.
-¿Qué ocurre? -apesar de preguntar, la verdad no quería saber, porque por alguna extraña razón dolía encontrarle en ese estado tras haber Sido rechazado.
-Niño... Ella me llamó niño -confesó, con su voz quebrada en enojó más que en tristeza.
-Entonces, ¿te rechazó llamándote ni-
-¡Ni siquiera me confesé! -le interrumpió con la voz más alta de lo necesario. Jaloneó sus cabellos, mostrándose irritado-. ¿Cómo podría hacerlo después de que ella me llamara así?
En silencio y con pereza, Jimin le observó, tomando asiento en su cama. Aún vestía su sudadera negra y pantalones flojos.
-Llegó un tipo, un compañero de la universidad o algo así. Él estaba esperándola, ¡podría ser su novio!
-O simplemente ser amigos -debatió Jimin, cansado de la habladuría de su mejor amigo-, las amistades entre chicos y chicas también existen, ¿sabes?
-¡Amigos mi trasero! ¿Qué clase de amigo va desde su trabajo a la universidad para recoger a una "amiga"? -negó con su cabeza-. Y cuando ella nos presentó dijo "él es su niño de la clase de mi padre". ¿Lo entiendes, Jimin? Para mí ella es genial, pero para ella yo no soy más que un niñito.
Jimin rodó los ojos. -Tu apariencia y popularidad no coinciden con tu baja autoestima.
Dramático, como siempre, Yoongi jadeó en queja, tirándose en la cama boca abajo. -¡Ayúdame, tengo el corazón tan roto! ¿Qué puedo hacer? ¡No puedo dejar que ella me vea como un niño!
Con fastidio Jimin le empujó, tirándole al suelo para luego lanzarle una almohada.
-Ella necesita saber que no soy un niño, ¿entiendes, Jimin?
Asomándose por la orilla de la cama, Yoongi suspiró, mirándole con ojos cristalinos.
-¡Okay, lo entiendo! -exclamó indignado- ¡Ahora deja de mirarme así!
-¡No, Minnie! No lo entiendes, a este paso no tendré ni una oportunidad. Tengo que mostrarle que tan varonil soy.
¿Varonil? Definitivamente un tipo con Min Yoongi no tenía que esforzarse para mostrarlo.
Ambos se miraron, Jimin notando lo masculino que Yoongi resultuba y luego sintiéndose incómodo ante la intensa mirada del contrario.
-Tú... -la sonrisa en los delgados labios de Yoongi cada vez se levantaba más-. ¡Deberías convertirte en mi novia!
