Alice la niña que caminó sobre las aguas.

3 2 0
                                    

Alice es una niña de cuatro años es muy simpática y a la vez hiperactiva, le encanta la naturaleza y ama los animalitos, en especial el mundo marino.

Su padre le compró un pequeño acuario, para que ella lo pueda contemplar en su propia casa.

-Alice Alice -gritó Leticia, madre de ella- ¡Ven a ver lo que tu padre te ha comprado!

-Alice dio un salto de su cama y corrió  a la sala, Sus hermosos ojos marrones se negaban a creer lo que en ese momento contemplaban.

-Papi papi, ¿me compraste unos lindos pececitos y un lago tan chiquito en mi casa y solo para mi?

-Si amor, claro que sii -le respondio Rubén su padre- ven con papá, dame un fuerte abrazo.

-Papa que lindo eres, y ahora sí, a la hora que quiera podré jugar con los pececitos.

-Si hija claro que sii, es más hasta les puedes poner nombres.

-Huy eso sería masiso papi.

-Bueno hija -dice su madre- te dejamos con tus amigos pececitos para que les pongas un nombre,  no vallas hacer ninguna travesura.

Leticia y Rubén salen de la habitación y la pequeña Alice se queda disfrutando  con sus pececitos.

-Hola lindos pececitos, soy Alice ¿y ustedes tienen nombre o se los pongo yo?

-Hola Alice -responde uno de ellos de color rojo- nosotros tenemos nombre yo me llamo Chael.

-Y yo Blus -dijo el de color azul.

-Y yo Gud dijo el pececito blanco con piscas negras.

-¡Oh amiguitos pececitos veo que tienen nombres, eso es muy bonito!. Ustedes y yo vamos a ser lindos amigos.
-Sí -respondió Chael

Alice estaba super feliz con sus nuevos amigos. De cada cosa que comía la compartía con sus pececitos, incluso hasta se ponía a bailar junto con ellos.

Los días fueron pasando. Pero de pronto la pequeña vio que los pececitos estaban muy tristes.

-¿Que les pasa amigos pececitos? los veo muy tristes

-La verdad sí -respondió Chael

-Pero deberías estar alegre -le replicó Alice- se supone que somos buenos amigos y no hay motivos para estar tristes. ¡Ah ya se!

-No -interrumpió Chael- es que...

-Quieren más galletas eso es.

-No, no es eso.

-Ah es por que no les he puesto música y quieren bailar aja.

Y Alice puso música y empezó a danzar.

-Vamos a ver, sigan mi ritmo aja.

-Nooooooo -le grito blus.

Alice al oír el grito bajo volumen y muy compungida preguntó:

-¿Qué es lo que quieren entonces  pecesitos?

-La verdad, extrañamos mucho a nuestras mamás -le dijo Blus.

Ella muy entristecida y sorprendida les preguntó:

-Ustedes los pececitos ¿tienen mamás?

-Si Alice -le respondió blus- así como tu tienes a tus padres y los amas mucho, también nosotros tenemos una familia.

-¿Y donde está la casa de ustedes amiguitos?

-Allá en el lago -le dijo Gud.

-¿Entonces ustedes no quieren estar aquí conmigo?

-Claro que si nos encantaría -le respondió Chael- pero también entiende que nos hace falta nuestras mamás.

-Esta bien, le diré a mi papá que los devuelva al lago.

Alice fue en busca de su madre y le pregunto:

-Mami ¿tu sabes dónde estás papi? quiero que devuelva los pececitos al mar.

-¡Alice! -exclamó ella llena de asombro-, ¿pero si tú has estado ta feliz con ellos?

-Sí, pero ya no los quiero, me pongo a pensar que quizá ellos extrañen a sus mamás también.

-Chiquita mía, tan bonita -le dijo mientras se la estrechaba en su regazo.

Leticia le contó a Ruben lo que que había dicho Alice y él aunque quizá no entendía pero al  fin aceptó y fueron los tres a dejar los pececitos al lago.

Un dia los padres de Alice decidieron hacer un viaje dentro del lago. Alice estaba súper encantada al disfrutar de las inmensas aguas.

-¿Te encanta Alice? -le pregunto su padre.

-Sí, esta muy bonito papi.

-Disfrutalo amor -le dijo su madre- pero ten mucho cuidado.

Pero la impaciente de Alice se acercó mucho a la orilla del bote, que cuando su madre se quizo dar cuenta para acogerla, la niña resbaló y cayó al agua.

-Rubén detente -gritó Leticia desesperada-, Alice se cayó al agua.

Ruben paró el bote, y se lanzó al agua pero no la encontró. Inmediatamente regresó a la orilla del lago y fue en busca de ayuda.

Mientras la pequeña se sumergía en las profundidades del lago una multitud de pececillos, formaron una gran alfombra. Alice al darse cuenta que flotaba, vio lo que hacían los pececitos y les preguntó:

-¿Qué hacen pececitos?

-Somos nosotros, nos recuerdas Chael, Blus y Gud y esta es toda nuestra familia.

-¡Oh mis amiguitos! gracias por lo que están haciendo, esto está divertido.

-Siii nosotros estamos muy agradecidos contigo, porque nos diste la libertad de ser felices.

Alice se puso en pie ya que los peces juntos formaban una plataforma.

-¡Wow! esto es más masiso que andar en el bote.

En el momento que iban al rescate, vieron a lo lejos  la niña que caminaba sobre el mar.

Todos estaban muy pero muy asombrados al ver aquello tan extraño y se decían:

-Pero que cosa están viendo nuestros ojos , una niña que flota sobre las aguas.

-¡Dios mío! -exclamó Leticia- Esa es mi hija, pero que rayos y como es que flota y no se hunde.

En la orilla del lago se formó un escándalo tremendo, era una cantidad exagerada de personas y hasta medios de comunicación que habían llegado inmediatamente a captar tan exótico espectáculo.

El papá de Alice estaba estupefacto.

-¿Que clase de magia tendrá esta niña?

Y cada vez más se acercaba a la orilla.

-¡Papi! ¡mami! -gritó la niña- mira mírame, esto está divertido iujuuuu.

Los peces llevaron a Alice hasta la orilla, sana y salva en agradecimiento por el buen corazón que ella tenía con ellos.

Desde aquel momento Alice se hizo muy famosa y se le conocía como "Alice la niña que caminó sobre las aguas"

Esta noticia le dio la vuelta al mundo y en menos de ochenta días.

FIN

Escrita por Exael Gudiel

CUENTOS DEL ÁGUILA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora