EL CORDERITO Y EL CACHORRITO

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Era una fresca y hermosa mañana, el sol con su sonrisa de oreja a oreja saliendo por la bella colina dejaba descender hacia la hermosa tierra sus luminosos rayos.

-Mamá mamá -grito el pequeño corderito.

-Que fue mi pequeño camilo -respondio amorosamente doña Mónica, mientras le lamía la cabecita con la lengua.

-Mira el sol que hermoso y radiante sale por la colina, sabes me encanta como me acarician sus rayos y disipa mi frío.

-Ah si, hijito mío, el sol es nuestro gran amigo cuando el hace su presencia hasta los miedos se nos van.

-Mami mami, porque no le pides al señor sol que se quede todo el tiempo.

-Hay Camilito, si el señor sol se quedara todo el tiempo no podría salir la señora luna.

El pequeño camilo al escuchar lo que su madre le decía se puso muy triste y compungido le replicó.

-Pero no quiero que venga la señora luna, no me gusta cuando sale ella.

Doña Mónica abrazo tiernamente a su hijito y cariñosamente le pregunto:

-¿Pero por que no quieres que venga la señora luna camilito?.

-Porque cuando la señora luna aparece, junto con ella aparecen los miedos.

-Entiendo hijito, pero es normal tiene que ser así.

-No mamá, si el señor sol estuviera con nosotros todo el tiempo, entonces don lobo no tendría que venir a molestarnos ni hacerme daño a mi ni a mi familia.

-Hay camilito tu dices esas cosas, pero la señora luna no tiene la culpa de que don lobo nos venga a molestar.

-Pero si ella no viniera, el señor sol no tendría que irse y así mi abuelito no hubiera muerto

Doña Mónica está vez no respondió y con lágrimas en los ojos abrazó más fuerte a camilito.

-Sabes que mamá -replico camilito con un brillo en sus ojos.

-¿Que cosa hijito?

-Y si voy a platicar con el señor sol, para decirle que por favor no se valla nunca.

-Es imposible hijito, señor sol vive muy lejos.

-Si mamá lo se, pero mira allá en la colina se ve que está muy cerca, si logró llegar la colina de ahí el señor sol me escuchará.

-Hijito mío, carne de mi carne y sangre de tu padre, no podemos salir del rebaño este es nuestro lugar, es muy peligroso ir a la colina y mira además el sol se alejará de la colina en unas horas y ya no lo encontaras.

-Tienes razón ma.

-Mejor ve a jugar con tus amiguitos.

-Si mamá ahora voy.

El pequeño corderito saltando salió a jugar con sus amiguitos, pero al llegar la tarde vio como el señor sol se alejaba y se ocultaba entre las llanuras.

-Oh -se decía- por que tienes que irte señor sol, no quiero que venga la señora luna, solo miedo y espanto nos trae.

Camilito por unos momentos se quedo petrificado meditando esta situación tan inexplicable para él ,de pronto la voz desesperada de su madre lo sacó del éxtasis.

-Camilitooooo, hijito mío ven acá ya, date prisa ya cae la noche.

Al instante los corderos se alarmaron y empezaron a gritar.

-¡Viene el señor lobo! todos a refugiarse.

Doña Mónica corrió por su hijo y se lo llevo.

-Es lo que te digo mamá, apenas sale la señora luna don lobo viene a molestarnos.

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