CAPÍTULO 25 ORGANICEMOS UNA FIESTA

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—Necesito que, todo esté listo antes del fin de de sema—dijo el patriarca —recuerden que es el cumpleaños número 20 de la señorita Athena, debe estar todo en orden—volvió a comentar el el patriarca a la vez que camina de un lado a otro observado a cada uno de los dorados, que se encontraban reunidos en la camada del gran patriarca.

Alexandra se encontraba, parada enfrente de todos los dorados escuchando y viendo al patriarca moviéndose, preocupado de un lado a otro.

—y por qué no lo hacen las amazonas, nosotros tenemos que entrenar—salio el comentario de Milo entre el silencio tenso del cuarto. El patriarca retrocedió hacia el lugar de Milo y lo miró a regañadientes

—¡todos aquí, debemos colaborar, las amazonas también entrenan por si no lo sabías!— le dijo enojado.—alguien mas tiene alguna otra opinión— todos se quedaron callados, pues no querían recibir algún regaño, como al pobre del escorpión.

—aaammmm... yo— se escuchó, a las espaldas del patriarca, este se giró, hasta ver a Alexa, algunos caballeros, tragaron saliva, a otros má el corazón se les saltaba del pecho, pues temían que algo le pasara a la chica; el patriarca no estaba de buen humor, y no tenían ni idea de como pudiera reaccionar ante el comentario de Alexnadra.

—Shion... dijo— se le había olvidado a Alexa, que solo podía llamarlo por su nombre cuando estuvieran solos, y nunca enfrente de ningún caballero o amazona, y rápidamente corrigió.

—gran patriarca, yo puedo hacerme cargo de los preparativos para la fiesta, solo necesitaria la ayuda de uno o dos caballeros y quizás de alguna que otra amazona— la cara de estrés del patriarca había disminuido— ¿Alexa enserio haría eso?

—claro, por la señorita Athena no hay ningún problema, seria todo un placer y me gustaría ayudarle por todo lo que ha hecho por mi—brindándole al patriarca una sonrisa, amable y cálida, este le devolvió la sonrisa, eliminando por completo aquella cara de estres y preocupacion

—de acuerdo, Alexa escoge a los caballeros que necesite—dando unos pasos hacia atrás, para que Alexa pudiera contemplar a todos y cada uno de los dorados

—patriarca, primero tendré que hacer algún inventario, para saber que caballero es el más adecuado para las tareas, cuando acabe, personalmente les diré.

—de acuerdo, ¡ya escucharon caballeros, en cuanto Alexandra decida quien le ayudará, ustedes le haran caso a todo lo que ella diga!

—¡si señor!— gritaron todos

—es todo pueden retirarse—dijo el patriarca, todos rompieron filas. Kanon se quedó inmóvil en su lugar observando a Alexandra y al patriarca conversando, alegremente.

—Kanon, qué te pasa—dijo el escorpión dándole una palmadita en en la espalda —¡que acaso no lo has visto!

—¿qué?— preguntó Milo desconcertado. Kanon volteo los ojos a la vez que dejaba escapara un pequeño suspiro

—olvidalo— marchándose

—¡espera! de qué hablas—alcanzandolo, este se detuvo— es que no lo ves, la forma en que ella le a hablado al patriarca, su ofrecimiento por ayudarlo

—si fue extraño que le haya llamado por su nombre

—exacto como sabia su nombre

—Kanon de que hablas no entiendo, qué quieres decir—confundido dijo el escorpión

—escorpión idiota, olvidalo—esta vez marchándose en definitiva— Milo solo vio como este se iba—pobre, aún está afectado por lo de Alexandra—dijo en voz baja

Saint Seiya   ¿y tu quien eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora