« Todos tenemos gustos, y yo no entiendo por qué no te gustan las brujas, pero no te juzgo por ello. Sólo eres Jimin Park, mi amigo del alma, y te acepto y quiero por eso mismo. Sería peor que me ocultases algo tan importante sobre tu identidad, me...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─── Y el bendito plimpey me picaba los pies a cada rato. Nunca más vuelvo a bañarme en una playa de Barcelona.
Jeongguk abrió uno de sus ojos, con la cabeza más dormida que el resto de su cuerpo, para intentar ver quién era el que hablaba. No era capaz de ver bien sin sus gafas, así que le tocó reconocer a su compañero de habitación por la silueta que daba a mostrar durante esa mañana de primer viernes del año. Taylor Middleton estaba ya vestido con su túnica de Ravenclaw y parecía peinarse mientras hablaba en voz alta con Eric Fullilov, el que también se peinaba pero con ademanes más toscos, como si no tuviera mucha experiencia a la hora de arreglarse. Jeongguk se puso las gafas con un bostezo descomunal, y se dispuso a igualmente comenzar su día, vistiéndose con las mismas ganas que tenía durante el primer día, el siguiente y el que le seguía. Llevaba una semana siguiendo una rutina incómoda de ir a clases, ver de vez en cuando a Jimin a la distancia, y ser visto por sus compañeros constantemente, analizado, comparado.
Aunque durante estos días no estaba demasiado pendiente de cómo lo mirase el resto de los alumnos de Hogwarts, de todas formas era algo que le afectaba con constancia. Y quizás habría sido mejor no hacerle caso del todo a lo que dijeran de él a sus espaldas, pero le resultaba inevitable al menos fijarse una vez al día en que estaban usando su nombre de una mala manera.
─── Tay. ─── escuchó decir a Eric, mientras Jeongguk se ponía los calcetines lo más rápido posible para escapar de la situación.─── ¿Me veo bien? ¿Crees que Irene Gorey se fije en mí?
─── Jeooooon, mírate. ─── exclamó Taylor, viendo cómo Jeongguk se levantaba ya completamente vestido, aunque con la corbata desaliñada debido a lo acelerado de su accionar.─── Estás tan radiante como una poción multijugos, ¿puedes decirle a Eric que Irene Gorey va a fijarse en él con el hermoso peinado que tiene el día de hoy?
─── Uhm. Sí, te ves bien, Eric. ─── asentía el chico con incomodidad. El nombrado puso sus ojos en blanco.
─── Eso no es convincente.
─── Chico, no va a decirte que le gustas, es fiel a Jimin Park.
Decir que Jeongguk se sonrojó era menguar la gravedad de su reacción: si el muchacho antes estaba listo para bajar a los baños de la Sala Común y lavarse la cara, ahora no le quedaba más opción que darse un momento para agarrarse de alguna viga y así evitar caerse por la sorpresa de tales declaraciones. Ya eran dos veces que le decían eso, cuando el año pasado todos parecían estar en su contra. ¿Qué estaba pasando? ¿Por fin alguna persona se habría dado cuenta de que le habían dañado una hermosa amistad de a gratis? Carraspeó mientras los dos chicos se reían, arreglándose el cabello aún.
Malditos hijos de veelas, siempre luciéndose. Menos mal que Jeongguk pudo desarrollar alguna que otra estrategia para no hacerles demasiado caso. Se irguió con torpeza, arreglando las grandes gafas sobre su nariz.─── ¿Fiel a Park?
