Capítulo 09

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Domingo, 1 de diciembre de ****

Querida abuela:

Pocos días han pasado desde ese largo relato que te conté, sólo un día, de hecho. No he tenido mucho tiempo para escribirte, pues hoy he estado entrenando con Kakashi y me atrevo a decir que al menos todo va mejor de lo que pude imaginar. Las constantes peleas y discusiones que solíamos tener no son tan seguidas o al menos intentamos no decir algo que pueda ofender al otro, aunque hubo pequeños momentos en que sí lo hicimos, quizás sea inevitable, pero más que decirlo con odio o por llevarnos mal, es más para molestarnos, como suelen hacer los hermanos. Quiero pensar que así son los hermanos, nunca tuve uno.

Hoy intenté escribir un poco, pero apenas pude sacar el cuaderno y un lápiz porque sucedió algo que me dejó un poco deprimido. Era de noche y estaba, como siempre, en la frontera haciendo guardia. Todo estaba tranquilo, el viento era relajante y escuchar los pequeños sonidos de las aves y animales nocturnos es de las pocas cosas que en verdad adoro de la noche, es quizás lo único que me hace disfrutar el desvelo, pero al mismo tiempo, me provoca mucho sueño. A algunos les da miedo el ya reconocible canto de los búhos, pero para este punto, a mí se me hace normal en lo absoluto.

Yo estaba sentado en una rama de los árboles y Kakashi estaba parado en una rama cerca de la mía, según yo, bastante concentrado viendo en dirección al desierto, aunque a veces parecía sólo observar las estrellas, supongo que incluso alguien como él, quien siempre es serio y sigue las normas a toda costa, también puede llegar a aburrirse y por instinto se enfoca en cosas diferentes. No podría culparlo, el cielo por la noche es hermoso, sobre todo cuando está despejado, se ve como una gran obra de arte en la que han pintado hermosas estrellas y constelaciones, aunque parezca simple; hecho sólo con puntos blancos, la paciencia que requiere hacer algo como eso es lo que lo hace especial y único. Además, ¿qué podría ser más agradable que ser iluminado por la luna y ser acompañado por las estrellas? Incluso el hombre más perdido y con muchos problemas en el desierto, podría llegar a sentir esperanza con un paisaje tan especial, quizás ese manto negro fue hecho para cubrirnos y consolarnos en nuestros momentos de tristeza y desesperación. Y cada vez que lo veo, desde un árbol, me pregunto si seguiré pensando lo mismo el día en que deba ir a Sunagakure para cumplir mi misión, si ese día seguiré siendo tan positivo como lo he sido en todo este tiempo que he estado en la guerra; si las muertes y el aire violento llevando a mi nariz el olor de la sangre serán un impedimento para que siga siendo tan especial para mí ver el cielo y buscar consuelo de este, me pregunto si ese día, cuando deba volver a matar personas por órdenes de hombres estúpidos, voy a seguir mereciendo toda esa belleza o si debería quedar ciego como un castigo divino y así dejar de observar esos detalles hermosos que tanto conmueven mi corazón y curan mi alma.

No tengo idea de si Kakashi pensará cosas iguales que yo, porque él ha matado más personas de lo que podría contar o imaginar, quizás su corazón ya no es afectado por eso y vive sólo siguiendo las órdenes que le da Minato, aunque hoy ha intentado cambiar un poco respecto (dentro de lo que cabe, hoy lo vi hablar con Minato y no tenía la misma mirada de perro faldero como solía tenerlo), cambiar un pico sobre lo cruel que puede llegar a ser conmigo y con sus compañeros, no podría garantizar que sigue sus propios ideales o los ideales de una guerra fría y desalmada. Aunque me habla con un tono tranquilo, aunque ya no busca más peleas conmigo y tampoco lo he escuchado hablar mal de alguien más, tampoco es como que sea el más amigable o el más humilde, es demasiado pronto para que él tenga un cambio total y su corazón empiece a sentir de diferente forma los actos que pasan a su alrededor.

—Veo que siempre llevas ese cuaderno —me dijo Kakashi. No me fijé en que momento el cielo dejó de ser el objetivo de su mirada, me observó y habló con un tono sereno—. ¿Qué es?

Soldado En Invierno | KakaObiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora