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Mientras todos se encontraban en su mundo Han decidió pararse e ir a la cocina por un vaso de agua y procesar que ahora tenía novio, que uno de sus amigos tenía una relación y los otros dos la estaban iniciando, era raro pero divertido.

—Jisung, ¿quieres que vaya contigo?—pregunto uno de sus mejores amigos.

—No, estoy bien. Solo ire a tomar agua, ahora regreso.—dijo y fue directo hacia la cocina.

Minho se dio cuenta de esto y fue detras de él.

—Estas bien, ¿honey?

—¿Nuevo apodo?

—Así es.—dijop en un tono coqueto.—Entonces, ¿estás bien?

—Claro, solo vine por agua.

El mundo alrededor de ellos desapareció cuando sus miradas se encontraron. Minho se acercó lentamente a él, su mano se alzó y trazó delicadamente la curva de su mejilla. El aire entre ellos se cargó de electricidad, y la anticipación creció con cada centímetro que Minho se acercaba. Finalmente, sus labios se rozaron, y una oleada de seducción los inundó. Fue un momento de ternura y deseo, una conexión profunda.

El beso comenzó suave y tierno, con una dulzura que reflejaba la inocencia de su primer momento como pareja oficial. Sin embargo, la tensión sexual que había estado creciendo entre ellos durante semanas se hizo presente, y el beso se fue transformando lentamente en algo más ardiente y apasionado.

Sus labios se separaban y volvían a unirse, cada vez más intensamente. Sus lenguas bailaban una danza sensual y su respiración se aceleraba. Pronto, el beso se volvió más explícito, con sus manos explorando los cuerpos del otro con una urgencia creciente.

El mundo se desvaneció alrededor de ellos, olvidando que en la sala tenían a sus amigos, aún así en ese momento solo existían ellos dos, perdidos en su pasión y lujuria.

La tensión era tan grande que se retiraron hacía la habitación de Jisung, dejando atrás a sus amigos en la fiesta. La habitación estaba oscura, solo iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana.

—¿Estás seguro de que estás listo?—preguntó Lee con suavidad.—No quiero presionarte, solo quiero saber si estás cómodo, quizá vamos muy rápido y no quieres hacer esto.

El chico miró a su novio y asintió con la cabeza.—Estoy listo.—dijo con seguridad.—Estoy listo para ti, para este momento.

—No quiero hacerte daño, de verdad no te sientas presionado.—dijo su novio.

El chico lo tomó de la mano y lo miró a los ojos.—No me harás daño.—respondió—Te quiero y quiero hacer esto contigo.

Los dos chicos se miraron con deseo en sus ojos, sabiendo que estaban a punto de cruzar una línea. Comenzaron a quitárse la ropa rápidamente, desesperados por tocar y explorar cada parte del cuerpo del otro. Pronto estaban ambos desnudos, y sus cuerpos calientes.

Minho cerró la puerta y se acercó a Jisung, que estaba sentado en la cama. Se inclinó hacia él y lo besó, empujándolo hacía atrás en la cama.

Jisung respondió al beso con la misma pasión, envolviendo sus brazos alrededor de Minho y acercándolo aún más. Sus manos se movieron sobre el cuerpo del otro, sintiendo la textura de su piel y la forma de sus músculos.

Minho se separó momentáneamente del beso, mirando a Jisung con deseo en los ojos.

Se inclinó sobre el menor presionando su cuerpo contra el suyo. Sus bocas se encontraron una vez más en un beso ardiente, sus labios y sus lenguas bailaban una coreografía de deseo.

Amor a toda ruta | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora