Conquistando la luna de miel

La ville de l'amour

El reloj marca las 9: 00 a. m. Los ojos de Diane se abren suavemente con los rayos del sol que cubren las cortinas de la habitación del hotel. Ella se despierta levantándose de la cama estirando los brazos y bostezando con total calma, de repente, su esposo se despierta con un ojo abierto gimiendo en silencio por el sueño que tuvo del vuelo. El canino gris con su brazo izquierdo le acaricia la nuca.

- Bonjour, mon amour-dijo Wolf con un tono elegante hacia ella hablándole en francés.

- Bonjour, chéri-respondió ella.

- ¿Has dormido bien?-

-Je me suis dormi comme un ange dans les nuages-

- Owww, mi amor. Creo que hoy había mucho francés a esta hora. Desayunemos-

-Ok, mon monsieur-dijo ella

-Madame-respondió con un tono amable.

El canino gris se levanta tranquilamente de la cama, estira los brazos y abre las cortinas de la habitación de inmediato revelando la maravillosa vista frente a la Torre Eifel en París. Entonces su primer destino es París, Francia. Uno de los lugares más deseados para la pareja.Comienza el día. Ambos hacen la cama, se duchan, se preparan para el desayuno y salen del hotel para comenzar a caminar y ver los lugares de interés de la ciudad.En el camino, los peludos caninos se toman de la mano mientras miran a su alrededor la hermosa arquitectura colonial de las casas. Finalmente llegan a la calle donde se encuentra el Arco del Triunfo, sin pensarlo dos veces, toman varias fotos con sus celulares y con una pequeña cámara.El siguiente paso es tomar un uber para visitar el museo del Louvre. El taxi privado llega a su destino recibiendo su pago por transferencia. Afortunadamente, Wolf ganó la lotería de 22 millones de dólares unos días antes de la boda, lo que le dio la oportunidad de cubrir los gastos necesarios para su aventura con Diane.

- Merci beaucoup mon ami. Bonne journée-le dijo

- ¿Guau, otra vez?! Ese estilo de este caballero en mis ojos - Diane reaccionó con su acento fluido

-Mi francés es poderoso como el tuyo-dijo con su dulce voz baja

- Vamos, amor. Conozco casi 15 idiomas cuando usas el tiempo libre como punto clave, respondió con una risita en la cara.

-Lo sé, lo sé, deberías ayudarme mejor con mi causa portuguesa que me incomoda cuando quiero hablar con un brasileño.-

- ¡Por supuesto, mi amor! Cuando necesites tiempo, puedo ayudarte con eso-ella le respondió a su amado esposo dándole luz verde para aprender más idiomas.

- Y te prometo que nunca volveré a pensar en robar La Mona Lisa esta noche.-