Carmen

2 0 0
                                    

Sicilia, Italia 1883

Mí no tan santa y estimada Carmen, ahora llamada Ernesta, no esperaba ningún tipo de apoyo tras mis incontables actos pecaminosos, mucho menos el tuyo, cual pensé perdido desde nuestro último encuentro. Gratamente me has sorprendido, demostraste que en nuestra nula relación de favores intercambiables existe la incondicionalidad, haciendo de esto lo más cercano que tendremos de una amistad. Ambas sabemos que estamos muy lejos de ser "amigas", aún así, me has hecho ver que hasta personas de nuestra clase puede tener excepciones.

No hay modo en el que vea posible pagarte, tu Dios tendrá que hacerme el favor e inventarse un modo, o que él mismo te pague que a mí no me queda nada más que mi atormentada alma. Sí, me has salvado la vida, mas no puedo entregártela como pago, pues no me pertenece. Bien sabes tú a quién me refiero, misma que me hace desaparecer tus botellas de vino cada noche y llorarlas hasta el desmayo. Sé que me escuchas y tu marido también, que hombre tan despreciable, ahora podrá dormir sin queja alguna.

Todo gran favor siempre viene con una estocada, y no esperaba nada menos de ti, como buena cristiana, haces buen papel de Eva en mi Edén. Sé que vino desde Londres solo ha verme y nos has negado esa paz, agradécele a quien te ha otorgado esos horrendos críos que cubres con tierra en tus campos de cebolla, tu amado marido, pues fue él mismo quien entre risas se ha burlado de mi desdicha. Es más que obvio que le devolveré el favor e iré hasta Londres por lo mismo, verle. Porque mi pena está en que creí que deseaba mi muerte, pero su llegada lo cambia todo, me quiere y ama.

No espero que entiendas.

Catherine

Pasión de Relámpagos ┊APH┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora