Camila Castillo es una joven peculiar, marcada por su pasado y su naturaleza sobrenatural. Hija ilegítima de Enji Todoroki y Gabriela Castillo, es la media hermana de Shoto Todoroki y sus hermanos, pero a diferencia de ellos, su herencia es más oscu...
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El avión comenzó su descenso sobre el aeropuerto de Tokio, Japón, mientras la joven observaba con atención por la ventanilla, sus ojos bicolores reflejaban una mezcla de emoción y tensión. Su respiración contenida era una medida de autocontrol, ya que el avión estaba lleno y no podía permitirse perder el control debido a su insaciable apetito. El hambre latía en su interior, como un recordatorio constante de la peligrosa naturaleza que portaba, pero debía mantener la calma, al menos hasta que bajara de esa caja de metal llena de humanos.
Uno a uno, los pasajeros fueron descendiendo del avión de manera ordenada. Ella se mantuvo en su asiento hasta que el último de ellos se levantó, queriendo evitar cualquier contacto innecesario. Al salir, encontró a varios guardias apostados en la entrada, revisando los pasaportes de cada viajero. No quería problemas, así que ya tenía su boleto y pasaporte listos en la mano, dispuesta a cooperar.
—Su pasaporte y boleto, por favor —dijo uno de los guardias, de voz monótona pero protocolar.
Le entregó los documentos sin decir una palabra, el oficial los examinó brevemente. Al notar que su nacionalidad era japonesa, se los devolvió con una sonrisa cortés.
—Bienvenida de vuelta a Japón —agregó, devolviéndole sus cosas.
⟬De vuelta en casa, Cami. Hemos vuelto.⟭
Una sonrisa se dibujó en su rostro ante el comentario de Lizi, aquella otra voz que compartía su mente y cuerpo. Se colocó el gorro de su sudadera y las gafas de sol. El reloj marcaba las 9 de la mañana, pero la luz solar era demasiado intensa para su gusto. El desfase horario de 16 horas no ayudaba a su malestar.
—Debo buscar un lugar donde quedarme... —murmuró mientras sus ojos recorrían el aeropuerto y las calles adyacentes, en busca de alguna oportunidad que no implicara mucho dinero, ya que no tenía mucho disponible.
Vagó sin rumbo por las calles de Tokio, perdiéndose entre el bullicio y la multitud. Finalmente, se encontró en un parque, buscando refugio bajo la sombra de un gran árbol. Mientras los niños jugaban alegremente a su alrededor, ella los observaba con una mezcla de melancolía y fatiga.
—Es demasiado sol... —susurró.
⟬Deberíamos ir a algún lugar oscuro, o al menos con techo.⟭
Asintió, levantándose con pereza del césped. Comenzó a caminar nuevamente, ahora buscando un refugio más adecuado. Al pasar por una tienda, su atención fue capturada por la pantalla de un televisor que mostraba las noticias.
<El crimen sigue creciendo en la ciudad de Hosu. El asesino de héroes, Stain, sigue suelto, y cada vez se encuentran más cadáveres de héroes.>
Las palabras "asesino de héroes" resonaron en su cabeza. Stain... Un hombre que, de alguna manera, parecía estar alineado con su oscuridad, pero ¿qué lo motivaba realmente? ¿Era él como ella?
