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Cuánta paciencia tuviste conmigo, supongo que nunca vi lo mucho que te aferraste a mí, hasta que no pudiste seguir soportando el dolor que eso te causaba.


Es la primera vez que escribo sobre ti, cuando empecé con todo esto de darle sentido a mis emociones a través de las palabras tú y yo ya éramos un pasado tan lejano que no lo creí necesario, pero hubo una noche en la que soñé contigo, en la manera en que con tanto amor rodeabas mi rostro con tus manos, me dedicabas aquellas miradas dulces, tranquilizantes, una sonrisa cálida. Aún me preguntó cómo estarás, si acaso significa algo que después de tanto tiempo de pronto aparecieras de nuevo y me sintiera segura contigo cerca. Estoy asustada, no por el cariño que aún te profeso porque siempre supe que nunca desaparecía, es solo que no sé si me necesitas, si también has estado pensando en los viejos tiempos

Solo quedaron estas palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora