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— Oigan, ¿Lo conocen?

El grupito de niños susurraba entre ellos, observando al niño de mechones dorados sentado en una esquina de la plaza. Era extraño y maravilloso encontrar algo así, un niño rubio. Nunca en sus cortas vidas habían visto algo así frente a ellos.

— ¿Creen que su pelo sea natural?

— No lo creo, nadie de aquí tiene pelo rubio —Respondió Li— Seguro se tiñó

— Sí, además, solo los extranjeros tienen pelo rubio y castaño claro, eso me dijo mi mami —informó XinLong acomodando sus anteojos—

— Tiene nuestros mismos rasgos —señaló ShuYang, sin apartar la mirada del extraño rubio—

— No creo que su madre le diera permiso para teñirse el cabello —añadió HanYu dando la observación de que el sujeto del tema principal de su charla, era un niño de su misma edad—

— ¿Eso importa? —se quejó MingRui, arrugando las cejas, harto de darle vueltas al tema— ¿Cuáles eran los planes de hoy?

— ¡Cierto! —recordó Li— Sigamos desde donde nos quedamos.

Sí, justo antes de que la llamativa cabellera dorada interrumpiera su juego. Mientras sus amigos charlaban sobre qué jugar, MingRui dirigió su mirada al solitario niño de mechas brillantes perdiéndose de la conversación, o hasta que volvió a poner su atención en ello.

— ¿Eh? ¿Qué jugaremos? —preguntó Gou perdido en la charla—

— Jugaremos a las escondidas —Respondió Ren— Hoy le toca a XinLong contar

Dicho eso, Ming asintió con su cabeza y se apresuró en dirigirse al niño que tanto llamó su atención, quien sentado sobre la banca, movía sus pies aburrido sin saber qué hacer en un día tan frío como este.

— ¡Oye!

El mechas doradas dirigió sus ojos al niño de cabello azabache con abrigo azul, quien una vez parado frente a él, extendió su mano y sonrió amigable.

— Jugaremos a las escondidas, ¿quieres unirte?

— Sí —Respondió después de haberlo pensado por un corto periodo de tiempo—

Tomándole de la mano al opuesto, se bajó con ayuda del azabache y ambos corrieron hasta detrás de los arbustos para que nadie los viera. El rubio se sintió un poco nervioso por la repentina invitación, no tenía nada en mente más que al extraño niño amigable, ni siquiera sabía su nombre.

— ¿Y cómo te llamas? —se adelantó Gou—

— Yu ZeYu.

— ¿ZeYu?

— Aja, Yu ZeYu —repitió su nombre con la intención de que lo recordara—

— Yo soy Gou MingRui —se presentó, logrando oír a lo lejos a XinLong contar— Nunca te he visto antes por aquí, ¿vienes de visita?

ZeYu negó con la cabeza.

— Me acabo de mudar

— Oh, eso tiene sentido —Comentó, para tiempo después ocurrirle una maravillosa idea— Como eres nuevo, deberías venir con nosotros la próxima vez al distrito comercial, vivo ahí —contó con entusiasmo junto a una enorme sonrisa— Los callejones parecen laberintos, son estrechos y dan muchas vueltas, te vas a divertir mucho explorando ahí

— ¿Tu creés? —sonrió Yu. Y de pronto estornudó como respuesta a la baja temperatura— Está haciendo mucho frío

Levantando su mirada por los alrededores, Ming notó la ausencia de XinLong y se levantó de su escondite, haciéndole señas al rubio para que lo siguiera. Ambos caminaron sigilosamente hacia las máquinas expendedoras. Gou, atento a la zona, metió de manera rápida y ágil su dinero en una de estas máquinas, apretó un botón y obtuvo una bebida cálida para ZeYu.

𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗖𝗔𝗡𝗜𝗡𝗢     ZERUIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora