𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗖𝗔𝗡𝗜𝗡𝗢 ZERUI

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Rozando sus labios, el beso comenzó con una visible delicadeza, sin embargo, la sorpresa de ZeYu pronto se convirtió en resistencia. Con los ojos muy abiertos, el rubio intentó apartarse usando sus manos contra el pecho de MingRui, tratando de separarlo, pero Gou, sintiendo la resistencia, respondió instintivamente envolviendo con firmeza su brazo alrededor de la cintura de Yu, mientras que con la otra mano sujetó la muñeca del opuesto.

La fuerza imprudente aplicada en el equilibrio del rubio los había lanzado en una caída libre, provocando que sus cuerpos se enredaran en el suelo, dejando así a ZeYu debajo del bronceado. Atrapado bajo el peso de Gou, MingRui ajustó su agarre, sujetando ambas muñecas de ZeYu contra los azulejos, inmovilizándolo.

Sus cuerpos estaban tan cerca que el calor y la tensión entre ellos se volvieron palpables, influenciando a que Gou besara con más fuerza a Yu. Explorando con sus labios la suavidad de los del rubio, ese contacto incitó el lado primitivo del atacado, quién a pesar de la lucha inicial, se encontró incapaz de resistir por completo.

Los labios de Ming se movían con fervor, convirtiendo cada beso más profundo que el anterior. Cuando la respiración de ambos se volvió irregular, el azabache se separó ligeramente del opuesto, dándole espacio para recuperar el aliento. La pausa momentánea permitió a ZeYu aprovechar el descuido del bronceado y, liberando su muñeca, tapo su rostro sonrojado como si intentara esconderse de la intensa mirada del susodicho.

La reacción no pasó desapercibida para él, observó con fascinación la timidez que se manifestaba en cada pequeño gesto de ZeYu, la vulnerabilidad de su amigo despertaba algo profundo en él, un deseo de descubrir más de aquella faceta oculta.

Impulsivamente, dejó que su mano libre se deslizara suavemente bajo la ropa de Yu, sus dedos rozaba la piel cálida del abdomen ajeno, la caricia fue delicada, casi exploratoria, buscando provocar más reacciones en el rubio. MingRui sintió cómo los músculos de ZeYu se tensaban bajo su toque, la piel suave contrastaba con la respuesta nerviosa de su cuerpo, creando una extraña dicotomía que fascinaba al azabache.

Sus dedos trazaron pequeños círculos, explorando con lentitud y cuidado, disfrutando cada estremecimiento y cada suspiro contenido, en cambió Yu, con su rostro parcialmente cubierto, dejó escapar un pequeño gemido ahogado.

La sensación de los dedos del bronceado en su piel era abrumadora, una combinación de cosquillas y electricidad que le recorría el cuerpo, intentó mantener la compostura, pero la intensidad de la situación lo hacía cada vez más difícil. La mano de MingRui parecía saber exactamente cómo tocarlo para hacer que su corazón latiera más rápido, sin embargo, Gou al presionar su cuerpo contra el del rubio, se percató de un detalle.

— "Este chico.. esta duro"

La sorpresa del momento logró poner al azabache los pies sobre la tierra momentáneamente pero no fué suficiente para frenarlo, el calor y la tensión del momento lo llevaron a desabrochar el pantalón al opuesto. No obstante, al ser un principiante, sus ojos se pusieron atentos en Yu apenas metió su mano bajo la ropa.

Percatandose de unas lágrimas deslizándose sobre la piel del rubio, quién persistía en esconder su rostro bajo su brazo, cayó en cuenta sobre el delito que estaba cometiendo.

Por lo que el azabache soltó e inmediatamente se levantó del suelo, necesitaba tranquilizarse. Sin decir ni una sola palabra, desapareció del cuarto, tenía la necesidad de ir al baño a mojar su tan caliente rostro, se sentía fatal.

•••

— Aún queda bastante comida, ¿sí? —avisó Aoki desde la cocina—

Luego de la agitada noche, ambos adolescentes se encontraban en la mesa desayunando, ignorándose mutuamente mientras los sucesos de ayer los carcomían por dentro. La abuela, muy contenta, volvió al comedor trayendo consigo su taza de té.