Ésta narracion cuenta la historia de Lee Hyein, una detective de la policía que pertenece a la unidad de inteligencia de Seúl que es la de mayor élite de la ciudad.
Por su eficiencia y profesionalismo se le otorga una misión especial encubierto que...
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La alarma del celular sono muy temprano en la mañana. Algo somnolienta la castaña estiró su brazo para tratar de alcanzar su celular y así apagar la alarma que tanto ruido molesto producía.
-Solo cinco minutos más -pospuso la alarma-
Dio media vuelta en la cama y siguió durmiendo un rato más. La alarma volvió a sonar pero esta vez la apago y se levantó. Puso música para arrancar bien arriba el día, fue al baño a higienizarse y luego se dirigió a la cocina a preparar el desayuno.
Una vez listas las tostadas con queso y huevo revuelto y de preparado el café, se dirigió a la mesa del comedor. Arrimó su computadora y empezó a trabajar.
-Veamos... que tenemos acá -decía mientras buscaba la información que le habían brindado desde narcóticos-
Le dio un sorbo a su café y siguió leyendo toda la información.
-¿Como es posible que no haya ni una sola foto de este hombre? Esto va a ser tarea difícil...
Después de pasarse toda la mañana analizando minuciosamente la poca información que tenia acerca de AgustD y su banda decidió que era momento de hacer trabajo de reconocimiento.
Tomó sus binoculares, cámara de fotos, cuadernos y demás elementos para captar todo lo mejor posible, se dirigió a su camioneta y fue a su destino, la mansión del mas temido mafioso de Corea.
Se paso horas fuera de la casa pero nada pasó. Ni si quiera entro o salió algún vehículo del recinto.
-Esto va a tomar mucho tiempo -suspiro-
Y en eso no se equivoco. Los días seguían pasando hasta que después de 5 días de espionaje, una mañana lluviosa, una camioneta negra llegó a la mansión. Logró grabar la patente pero no vio más que el vehículo atravesar el espacio que dejó el portón abierto, el cual una vez que la camioneta entró, se cerró.
Después de 15 días de trabajo de investigación tuvo que ir a rendir cuentas ante sus superiores.
-Hola detective Lee, toma asiento por favor
-Hola sargento Choi
Se acomodo en la silla frente del escritorio del antes mencionado.
-Decime que tenes buenas noticias
-No se si lo voy a poder complacer
- Bueno, empecemos por lo que pudiste averiguar
-Bien -dice mientras conecta su computadora al proyector que había en la sala-. Al principio no hubo mucho movimiento, más que una señora que entraba en la casa por las mañanas, a las 7:00 am y se iba a las 12:00 del mediodía. Supongo que debe ser su ama de llaves, el reconocimiento facial arrojó que no es una persona de interés, solo una empleada de confianza de hace muchos años.