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La convivencia al principio fue un poco extraña para ambos. Apenas llevaban dos semanas y seguían tratando de acomodarse al otro, ya que aunque recordaban varias manías que tenía el otro, también estaban acostumbrados a un modo de vida distinto.

Jungkook llevaba años viviendo solo y haciéndolo todo a su gusto, lo que incluía dejar la cama sin hacer o tardar horas en lavar los platos, mientras que Taehyung llevaba un tiempo haciendo vida en pareja teniendo en cuenta las manías de Junhyun, que era bastante opuesto a Jungkook.

Aun así, despertarse juntos era lo mejor de su día a día y Jungkook no podía estar más encantado con aquello. Podía besar a Taehyung libremente en cualquier momento, salvo cuando estaba trabajando y verlo por la casa hacía que sintiese aquello un verdadero hogar.

No tardaron mucho en volver a compartir sábanas apenas empezaron a dormir juntos. Jungkook llevaba demasiado tiempo sin aquello y Taehyung también se moría de ganas de volver a compartir aquello con el menor.

Efectivamente habían comprobado que seguían conociéndose y complementándose perfectamente en aquel tema.

Jungkook también estuvo varios días intentando acordar alguna reunión con sus padres, pero estos siempre le daban largas con la excusa de su hermano, aunque hacia un esfuerzo por entenderlos.

Ni siquiera intentó ponerse en contacto con Junhyun, menos aún cuando descubrió que este había bloqueado a Taehyung de todas sus redes sociales, lo que también le llevó a pensar en que no lo había hecho consigo mismo por influencia de sus padres y porque, aunque podía eliminar a Taehyung de su vida, él siempre sería su hermano.

Taehyung también habló con su familia para informarles de que la boda se había cancelado pero sin dar muchas explicaciones. Excepto a sus padres, con los que tuvo una larga charla por teléfono en la que les explicó todo mientras se disculpaba numerosas veces por arruinarlo todo.

Por suerte, sus padres no lo habían tomado a malas y habían sido muy comprensivos con ellos.

Cuando casi iba a pasar un mes que no veía a su familia, ya que ni siquiera había hablado con sus tíos o sus abuelos por sentirse incapaz de mirarlos a la cara, consiguió quedar con sus padres para que le permitiesen explicar todo con claridad.

En un principio Taehyung no iba a ir porque no se sentía preparado para enfrentarlos, pero fueron los propios padres de los hermanos los que pidieron que fuese.

Jungkook apretó la mano ajena sin apartar sus ojos de la carretera para darle un poco de ánimo, aunque tampoco estaba muy diferente.

—Lo siento mucho, Jungkook.

—Ya te he dicho que no tienes que disculparte conmigo, yo no tengo nada que perdonarte —niega dedicándole una leve sonrisa.

Pocos minutos después por fin llegaron a la urbanización donde estaba la casa de sus padres. Aparcaron dentro del recinto y Jungkook agarró al mayor por los hombros para que lo mirase.

—Antes de subir necesito decirte que yo también estoy asustado porque no sé cómo van a actuar, pero pase lo que pase vamos a estar juntos. Si no he dejado de quererte en tantos años, no voy a hacerlo ahora —esta vez sostiene sus mejillas y se acerca a juntar sus besos.

—Te quiero mucho Jungkook y espero que podamos solucionarlo porque yo no quiero que pierdas a tu familia.

El menor le dedicó otra sonrisa y compartió otro beso con él algo más tranquilizador.

Soltaron sus manos al llamar a la puerta y Taehyung se quedó tras Jungkook como un perrito asustado hasta que el padre de Jungkook abrió la puerta.

—Hola papá —saluda algo inseguro y con una leve sonrisa.

Polaroid love «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora