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Ya en la noche, los tres que conocían el plan trataron de actuar con normalidad aunque estaban bastante más inquietos de lo normal.

Jungkook quería dejarlo en manos de Taehyung, pero se sentía un cobarde que solo estaba huyendo, así que también permitiría que su hermano le soltase todo el desprecio que sintiese.

También necesitaba hablar con sus padres apenas pudiese, porque seguía siendo su hijo y no quería que aquello afectase en exceso al amor que sintiesen por él.

Por ello, aprovechó un momento en el que Somi estaba sola encendiendo un par de velas repelentes de mosquitos en el patio cerca de la mesa donde iban a cenar todos juntos.

—Mamá.

La mujer no lo mira, ya que estaba tratando de encender el mechero, que estaba dando un poco de tarea por el poco gas que le quedaba.

—¿Sí?

—¿Tú vas a quererme siempre?

Fue entonces cuando la mujer alzó la cabeza para mirarlo, alzando una ceja sin entender a qué venía aquella pregunta.

—¿Por qué preguntas eso? —el menor simplemente se encoge de hombros —claro que voy a quererte siempre, eres mi hijo —responde con obviedad aunque no tan tranquila.

—Incluso si por ejemplo... ¿cometiese un crimen?

—Por dios Jungkook, ¿qué has hecho?

—Nada nada, te lo prometo —alza sus manos en señal de inocencia —solo estoy preguntando un ejemplo exagerado.

—Más te vale que no te hayas metido en líos y aunque me sintiese tremendamente decepcionada en una situación así, no podría dejar de quererte, es algo que ni siquiera la muerte va a arrebatarme.

—Luego soy yo el exagerado —se queja haciendo que ambos riesen —yo también te quiero, mamá.

—Anda, ven aquí —la mujer lo atrae entre sus brazos y lo achucha un poquito antes de besar su cabeza y separarlo lo suficiente para mirarlo —pase lo que pase tu padre y yo vamos a quererte muchísimo.

El azabache suspira aliviado y le dedica una sonrisa mientras la mujer acaricia su mejilla.

Aún no podía decirles nada y aun así quería tener con ellos una extensa conversación sobre todo aquel tema cuando las cosas se calmasen un poco.

Sabía que aunque no iban a dejar de quererlos, ambos iban a molestarse en un principio y luego pasarían a la decepción.

Pero tenía que contar su versión.

Dejó que la mujer siguiese con sus tareas y fue con Jimin al borde de la piscina, quien estaba con Siyeon en su regazo.

La menor estaba agarrando y pellizcando las mejillas del rubio mientras ambos reían.

—Tio Koo.

—Hola preciosa —la saluda tocando levemente su cabeza antes de sentarse junto a ambos.

—Cuando sea mayor saldré con Jimin —asegura más que orgullosa —y si no, tienes que presentarme a un amigo igual de guapo.

El rubio suelta una carcajada que lo hizo inclinarse un poco hacia atrás sin soltar a la menor.

—¿No crees que eres muy jovencita para estar pensando ya en esas cosas? —cuestiona Jungkook alzando una ceja pero riendo también por las ocurrencias de la menor, que solo negó en respuesta.

Había tantas cosas que inquietaban su corazón en ese momento.

Si sus propios padres se molestaban con él, los otros integrantes de su familia lo harían con más razón porque no lo querían tanto como sus padres.

Encima los menores desde su desentendimiento de los sentimientos y las relaciones podrían llegar a odiarlo repentinamente y no soportaría aquello. No soportaría perder a su pequeña Siyeon.

Esta vez alza los brazos hacia ella, ofreciéndole trasladarse a su regazo. La menor aceptó sin dudar y acabó recostando su espalda en el pecho ajeno para poder mirar el agua de la piscina.

Jungkook aprovechó para abrazarla por la espalda y dejar un par de besos en su pequeña cabeza.

—Tienes que querer a tu tío Koo siempre, ¿vale?

—Eres mi tío favorito, no digas tonterías —se queja la niña estirando sus pies, pero debido a su corta altura no llegó a tocar el agua.

El pelinegro suspiró conformándose con aquello y miró de reojo a Jimin, que le ofreció una sonrisa de consuelo.

—Todo va a ir bien —asegura desviando su mirada en la misma dirección que la niña.

• • •

Taehyung tuvo que hacer malabares para trasladar la mayoría de sus cosas a la habitación de Jungkook sin que nadie lo pillase, aún más porque Junhyun seguía estando muy atento a él.

Tuvo que abandonar dos camisetas, un bañador y una gorra porque Junhyun estaba en la habitación cambiándose después de una ducha para ir a cenar y sabía que probablemente no podría conseguir más tiempo para hacerlo.

Su estómago dolía por los nervios y la ansiedad que estaba sintiendo y apenas pudo comer cuando pusieron frente a él un plato de ramen junto a todo el acompañamiento que compartirían, formado por carne, verduras, arroz y salsas.

Fue a dormirse temprano con la excusa de que su cabeza dolía, aunque era cierto que sentía esta a punto de explotar de los nervios y la de vueltas que le había dado al tema.

No iba a echarse para atrás.

Aún estaba a tiempo de hacerlo, de tomar la decisión correcta.

En su habitación dio mil vueltas mientras trataba de tranquilizarse antes de que Junhyun se tumbase con él. Aun así no se permitió dormirse porque no quería poner una alarma ni hacer nada que arriesgase a que el contrario se despertase antes de tiempo.

Jungkook y Jimin estuvieron fuera ayudando a recoger las cosas de la cena y los patios mientras poco a poco todos iban a dormir.

Al final quedaron ellos dos solos despiertos fuera y claramente nadie sospechó porque eran jóvenes llenos de vitalidad que probablemente solo se acostarían tarde.

Charlaron sobre el tema una vez más mientras estaban en las tumbonas observando el cielo y esperando a que pasase el tiempo suficiente como para poder entrar a por las maletas sin que nadie se despertase.

—Necesito preguntarte una vez más si estás seguro de esto.

—Lo estoy. Quiero decir, estoy asustado porque tampoco sé cómo va a reaccionar Junhyun... tal vez venga directamente a partirme la cara, tal vez empiece a gritar y acabe despertando a todos o simplemente puede llorar.

—Es una locura y espero que seas consciente de que estás siendo cruel con tu hermano.

—Siento decirlo pero en el amor y la guerra todo vale —se excusa encogiéndose de hombros.

—Ese dicho es porquería —se queja frunciendo el ceño.

—Lo sé, lo sé y también sé que no estoy siendo un buen hermano, pero te repito que yo no decido lo que quiere mi corazón.

—Ojalá hubiese elegido un camino más sencillo.

—En un camino más sencillo no habría sido completamente feliz.

Jimin asiente y esperan en silencio un rato más hasta que Taehyung aparece por la puerta algo pálido.

—Jungkook —lo llama haciendo que el mencionado automáticamente se levantase y fuese hacia él hasta que lo tuvo entre sus brazos y pudo juntar sus bocas.

Taehyung agarró su pelo y correspondió al beso, sintiendo su alma volver al cuerpo al estar por fin entre los brazos correctos.

—Vamos a hacer esto —susurra provocando una sonrisa en el menor.

—Vamos a hacerlo —reafirma antes de volver a besarlo, necesitando de aquel contacto.

Polaroid love «KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora