MI BELLA ADVERSIDAD (BL) ¡¡+18!! --Aurora Anónima--

Prólogo

Me siento solo... Podría decir que es mi culpa. Pero no hago nada por cambiarlo. O mejor dicho, no puedo hacer nada por cambiarlo. Creo que se le llama "problemas para socializar". No lo sé, pero nunca llegué a hablar más de tres frases con alguien que no sea mi padre. Simplemente no se me da hablar con las personas.

Para mi todo era soledad. Oscuro y frío.

No era un sentimiento que pudiera definir. Simplemente no había nada. No sentía ninguna emoción. Pero creo que me siento solo.

O eso era.. Hasta que llegó él...

Para mí era pura luz. Una luz acogedora

Me envolvió en su brillo y no me soltó nunca. Tan insistente y tan molesto. Pero también tan divertido y agradable. Me hacía reír, lograba qué me sintiera cómodo hablando con él y no se aburría de mí.

Fue entonces cuando descubrí algo que me asustó. Algo que era nuevo para mi.

Y rondaba alrededor de una sola persona..

Alex...

Un chico de primer año de preparatoria se encontraba viendo a la nada, sentado en su silla. Era la segunda semana desde que comenzó sus clases y nada parecía sorprenderle. Él se mantenía en su burbuja, aislado de todo lo que ocurría a su alrededor.

Gritos y risas, todo quedaba amortiguado como si hubiera un gran cristal qué lo aislaba de los demás estudiantes.

– Hola – volteó para ver un par de ojos miel que lo observaban curioso a través de ese cristal – ¿Cómo te llamas? – preguntó sonriendo.

– ...Leo.. – respondió un poco confundido.

– ¡Me alegro de conocerte Leo! ¡Yo soy Alex! _ su voz chillona comenzó a quebrar el vidrio que los separaba ¿Te gusta leer? – curiosear viendo el libro sobre el banco de su compañero.

– Si.. – otro ruido cristalino y la grieta creció.

– A mi también me gusta leer. Más bien ciencia ficción. ¿Y a ti?

– Poemas

– Ya veo, ¿puedo sentarme junto a ti? – se descolgó la mochila de su hombro y la puso en el respaldo del asiento al lado de Leo.

Un gran estallido y el muro de cristal se rompió. En el momento en el que Alex se sentó a su lado, el cristal estalló en pedazos. Alex llegó a su lado y jamás se fue desde entonces.

– ¿Y qué poemas te gustan?

......