Reencarné como un Netoreador de una Historia NTR, pero no seré uno.

Capítulo 39

El cambio en el estado mental de Ryuichi se mostró de manera clara y tangible. Sucedió unos días después de que se fue a quedar a la casa de Satsuki, cierto día después de la escuela.

"Uf... esto no es bueno. Voy a llegar tarde a este ritmo".

Una maestra pasó junto a Ryuichi y Shizuna cuando estaban a punto de regresar a casa. Llevaba una gran caja de cartón y su expresión era muy preocupada y ansiosa.

"¿Qué pasa, Someya-sensei?"

"........."

Ella era una profesora de música conocida como Someya, era bastante joven entre el personal docente de la escuela y muy popular entre los estudiantes; sus gafas de montura negra fueron su marca distintiva.

"Oh, hola, Rindo-san... y Shishido-kun".

Ella frunció el ceño cuando miró a Ryuichi. La forma en que lo miraba emitía una vibra similar a la de Hamasaki, y eso puso a Shizuna, por no hablar de Ryuichi, de mal humor de inmediato. Aún así, ella no mordió el anzuelo y tiró de su mano, instándolo ansiosamente a que se fuera rápidamente.

"Espera, Shizuna."

"¿Eh?"

Se acercó a Someya. Puede que no fuera un delincuente tan aterrador como para que otros en la escuela le temieran, pero cuando se acercó a ella, Someya naturalmente retrocedió un poco.

"¿Q-Qué haces?"

Esa mirada aguda y cortante suya era definitivamente algo que no debería haber sido dirigido a un estudiante. Aún así, él no le hizo caso y tomó la caja de cartón que ella sostenía en su mano como para arrebatársela.

"¿Dónde quieres esto?"

"...¿Eh?"

"Te estoy preguntando dónde quieres que coloque esto".

"E- En la sala de audiovisuales..."

"Entiendo. ¿Esto es todo?"

"Err... en realidad hay ocho cajas más como esa".

Ahora que sostenía la caja, se dio cuenta de que lo que había dentro probablemente era algún tipo de papel, pero de todos modos era considerablemente pesado. Habría sido bastante agotador para una mujer cargarlo, y con ocho más, habría tenido que hacer al menos nueve viajes de ida y vuelta.

"...Shizuna, ¿podrías echarme una mano?"

"Sí. Por supuesto."

"¿Los dos?"

Su expresión de vigilancia hacia Ryuichi cambió a una vacía y tonta.

"Parece que tienes algún tipo de prisa. Probablemente tengas algo que hacer, ¿no?

"Eh, sí. Verás, mi padre está hospitalizado. Así que iba a hacer tiempo para una visita hoy, pero todavía tengo que llevar esto".

—Entonces, razón de más para que nos lo dejes a nosotros y te vayas de aquí.

"........."

Sus ojos se abrieron aún más mientras miraba a Ryuichi. Él la animó y le dijo que no tenía tiempo para quedarse aturdida. Luego llevó la caja de cartón en sus manos hacia la sala de audiovisuales. Inesperadamente, sin embargo, la puerta estaba cerrada, por lo que decidió confiar en el milagro de que Shizuna de alguna manera la traería consigo.

"Ah, sabía que necesitaríamos la llave".

"Gran trabajo. Someya habría tenido que hacer otro viaje de ida y vuelta sólo para ir a buscarlo, eh.