Oscuro Pecado [ Fanfic ]

CAPITULO 5

RACHEL

Me miró en el espejo detallando mi vestido, para mí salida con Bratt elegido uno color negro con un escote uve resaltando mis pechos, se pega a mis caderas, me llega hasta las rodillas con una pequeña abertura en la pierna izquierda.

— Te ves bellísima — comenta Luisa mientras busco mis pendientes.

— Espero que a Bratt le guste.

— por supuesto que le gustará, tonta.

— ¿Me prestas tus tacos negros?— le pregunto

— Por supuesto, voy por ellos.

Luisa hiendo por los tacones. Me miró en el espejo retocándome el maquillaje. Suena mi teléfono, lo veo y es Bartt quien llama, recogiéndolo de la cama contesto

— Hola, ¿Ya vienes por mi?

— Hola, preciosa.— suena apenado.

—¿Sucede algo? — pregunto.

— Rachel, habido un accidente en todo el camino — dice suspirando — no voy a llegar a recogerte y vamos a perder la reserva.

— mmm —no te preocupes por eso Bratt…..

— lo siento, preciosa, ¿Que tal si te mando la dirección del restaurante para que me esperes allá?.

— Claro, envíala.

— Te prometo llegar lo más pronto posible.

— Está bien, nos vemos.

Cortando la llamada, Me dirijo hacia mi cuarto agarrando mi bolso, encuentro a Luisa en el camino con los tacones en sus manos.

— ¿Bratt ya vino por ti?— pregunta, mientras me coloco los tacos

— No vendrá — explico —Hubo un accidente en el camino para aquí,  yo lo esperaré en el restaurante, para no perder la reservación que hizo.

— Vaya que mala suerte.

— Si, bueno me voy— le doy un beso en la mejilla despidiéndome de ella— Te cuento como me fue.

Media hora después, estacionó el auto frente la casa de playa, una de las casas de los Lewis, bajando de el auto, camino hasta la casa, es hermosa, el camino iluminado por pequeños faroles ubicados  en el suelo, el viento azota mi cabello con fuerza revolviéndolo, llegando hasta el jardín veo una mesa en el centro con un mantel rojo, una botella de vino y dos copas, una vela en el centro de ella con pétalos de rosas rojas esparcidos, es hermoso, la luz de la luna lo hace a un mas hermoso, sonrió, este el momento para resarcir mi culpa con lo que paso con el italiano, tiene que salir perfecto.
Escucho pasos a mis espaldas, quizás Bratt llegó antes que yo y solo mintió para darme una sorpresa, con una sonrisa volteó.

— Bratt llegaste…… — Mi sonrisa desaparece— ¿Qué…?¿Qué haces tu aquí?.

— Estás hermosa— comenta el italiano como si nada —perfecta para la ocasión.

— Te …. ¡ Te has vuelto loco ¡— digo.

— Hace mucho tiempo que lo estoy — contesta encogiéndose de hombros, pasando por mi costado.

Lo observo. Va vestido de traje como todas las veces que lo he visto, solo que esta vez trae consigo un chaleco, del mismo tono azul oscuro que su pantalón con una camisa blanca a conjunto, se le amolda a su cuerpo perfectamente, su cuerpo no es fornido pero tampoco es demasiado delgado, me muerdo el labio….

— ¿Me compañas?— pregunta arrastrando la silla para que me siente.

—¿En serio? —pregunto incrédula, camino hacia el— mi cena es con Bratt no contigo.