Prólogo.

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★Heir of Atticus es Sirius Black★

~•Tal vez y solo tal vez si fuera completamente una chica él me vería de la forma en la que anhelo~•

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~•Tal vez y solo tal vez si fuera completamente una chica él me vería de la forma en la que anhelo~•

En el área de maternidad del hospital del mundo mágico se escuchaba el leve llanto de una pequeña bebé que se encontraba acostada en una cunita que flotaba al lado de la camilla de la persona que era su progenitora

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En el área de maternidad del hospital del mundo mágico se escuchaba el leve llanto de una pequeña bebé que se encontraba acostada en una cunita que flotaba al lado de la camilla de la persona que era su progenitora. El llanto era tan fuerte que hacía que la mujer pusiera los ojos en blanco mientras se terminaba de vestir, había conseguido manejar correctamente la Aparición dentro del hospital así que podría llevar a cabo su cometido y luego simplemente volver a aparecer dentro del edificio sin que nadie lo notará. El llanto se intensificó a tal punto que la acompañante de la pequeña criatura ya estaba empezando a desesperarse por aquello.

—¡Cierra la boca! —la bebé ahogó un grito mordiéndose sus pequeños y rosados labios que resaltaban en su piel pálida, aquellos ojos negros que la veían con lágrimas amenazando con seguir saliendo de ellos la hizo sentir un hueco en el estómago.

Aquellos malditos ojos eran iguales a los de ella, de hecho sí la observaba bien la pequeña niña era una calca exacta de la persona de la que se había enamorado, era igual que la mujer que la había abandonado por irse con un Muggle alcohólico y fracasado. Su piel era exactamente igual que la persona a la más había amado, sus ojos tan oscuros como el mismísimo cielo de noche, sus manos se apretaban en su ropa mientras intentaba (al parecer) controlar sus emociones, su labio inferior temblaba en una clara amenaza de que podría volver a estallar en lágrimas muy pronto.

La mujer se acercó a ella y la tomó en sus brazos, la bebe soltó un suspiro de alivio como si hubiera estado deseando una eternidad por aquello, la sintió rozar su rostro contra su pecho como si fuera un felino y sintió una mezcla indescifrable de sentimientos en su pecho.

A pesar de la calidez que aquello le había causado no pudo evitar alejar aquellos pensamientos de su mente, hace mucho que ya había tomado una decisión y no podía arrepentirse ahora.

Abrazo contra su pecho el pequeño cuerpo de la bebé y con un "Crack" llenando el lugar desaparecieron de la habitación del hospital para aparecer en un callejón oscuro ubicado en alguna parte de Londres.

—Bien —murmuró sintiendo el frío atravesando sus huesos—, llegó la hora —caminó fuera del callejón, mientras más se alejaba más pesados sentía sus pies y de forma extraña sintió a la bebé en sus brazos aferrar sus pequeñas manos a su ropa.

Cuando finalmente se encontró fuera del callejón corrió hacia el otro lado de la calle viendo a ambos lados para comprobar que nadie la estaba viendo.

Con cuidado de que la bebé en sus manos no se le resbalará sacó su varita y con un movimiento hizo aparecer una cobija negra con un pájaro bordado en la esquina mientras unas letras estaban bordadas en color dorado debajo del ave. Rápidamente envolvió a la bebé para luego con otro ágil movimiento de su varita hacia aparecer una canastita, que tenía una almohada y peluche de cuervo, sin dudarlo la colocó con cuidado en ella.

Le costó deshacer el agarre que la bebé tenía en su ropa pero cuando finalmente lo logró se puso de pie dirigiendo una mirada hacia el pequeño ser en la canasta que la veía como si le suplicará algo, aquellos ojos que parecían una galaxia oscura la veían con anhelo.

Rápidamente negó y salió corriendo de vuelta al callejón escuchando el llanto de la niña que dejaba atrás, el viento llevaba el sonido hasta ella y aquello solo consiguió que la mujer desapareciera con un "Crack" una vez más.

Aquel día había dejado atrás lo último que le podría recordar a la persona a la que perdió, pero jamás se imaginó que también estaría marcando un antes y un después que no se podría revertir.

Porque aquello que te pertenece siempre vuelve a tí, con algunos cambios pero siempre volverá.

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Holaaaaa!

Bien, aquí les dejo el prólogo, de ahora en adelante espero que existan fallos.

Disfrutaré leerlos, prometo actualizar pronto.

Between Love and Genetics Donde viven las historias. Descúbrelo ahora