capitulo 2

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Sin darme cuenta había salido del palacio pero seguia caminando sin rumbo así estuve por horas incluso se hizo de noche y a medida que avanzaba el entorno se volvía cada vez más oscuro y sombrío ,hasta que finalmente llegue a un bosque desolado ,el bosque era denso
Los árboles tenían troncos delgados que se elevaban rectos y se podía ver como sus copas formaban un techo natural , había una especie de neblina o bruma entre los árboles lo que daba al lugar un aspecto un tanto misterioso ,la luz de la luna se filtraba atra vez de la niebla asiendo que la atmósfera se sintiera aún más inquietante , pero aún así mi curiosidad me llevo a adentrarme .
Por cada paso que daba el crujir de las hojas se hasia presente   ya que el suelo estaba cubierto de estás  , se podía apreciar el olor de la tierra húmeda  y el aroma sutil de la madera y de las hojas en descomposición , mientras más avanzaba al bosque  , se hacía cada vez más presente el frío  húmedo de la neblina en mi piel  como si por cada paso que daba la temperatura en el bosque desendiera y la niebla se tornaba cada vez más densa  envolviendo el bosque en un manto grisáceo .Mi visibilidad se reducía gradualmente hasta que apenas podía distinguir los contornos de los árboles  a pocos metros de distancia
. La neblina se espesaba tanto  que pronto me encontré sumida en una especie de penumbra , donde todo mi alrededor se desdibujaba en una danza eteria de sombras y luces .
Seguí mi camino y en medio de un silencio sepulcral , cada paso resonaba como un eco en el bosque .El suelo de hojas secas apenas susurraba bajo mis pies ,hasta que , accidentalmente  pise una rama seca con un crujido estridente el sonido cortante pareció rasgar el aire tranquilo ,los pájaros asustados rompían el silencio del bosque  con sus llamados discordantes y siniestros ,como si sus cantos estubieran teñidos por la misma niebla que envolvía los árboles ;Sus graznidos se entrelazaban en una cacofonia inquietante  sus voces parecían susurrar secretos oscuros y advertencias ocultas agregando un toque onmioso al paisaje envuelto en la densa neblina que le sumaba a un más  esta atmósfera  misteriosa  al lugar .
Continúe caminando sin importar la falta de visibilidad solo que está vez con más cuidado y poco a poco la neblina espesa se desvanecía  lentamente y conforme fui avanzando está fue revelando  un paisaje helado y desolador .El frío intenso se colaba hasta mis huesos , haciendo que cada respiración se sintiera como agujas de hielo en mis pulmones .Sentía como la nieve se posaba suavemente en mi túnica negra intensificando el frío que sentía ,creando así un contraste perturbador con la blancura del entorno ,los pasos que daba quedaban marcados en la nieve ,mi sombra se alargaba amenazadoramente sobre la nieve recién caída .
La convinasion del frío penetrante ,la oscuridad envolvente y  el contraste entre mi túnica negra  resaltaban aún más ese color blanquecino que caía lentamente.
Cada paso que daba en medio de la nevada senda era un desafío, el frío intenso me envolvía como un manto helado ,haciendo que temblará incontrolablemente .Con cada  exalación mi aliento se condensaba, en Vaho frente a mi, como pequeñas nubes efimeras que se desvanecía en el gélido aire.
Mis pestañas estaban cubiertas por diminutos cristales de hielo ,lo que dificultaba mi visión y agregaba una sensación de pesadez en mis párpados .La túnica negra que me abrigaba también se convertia en un obstáculo ,ya que se me enredaba entre las piernas  cada que daba un paso ralentizado  mi avance y añadiendo un desafío más a mi travesía .
A pesar de todas estas dificultades, continúe avanzando con determinación luchando contra las inclemencias del clima y la resistencia de mi propia vestimenta ,cuando me percate, como  una silueta se fue perfilando ante mis ojos, era una pequeña capilla de estilo gótico que emergía en la distancia .
A medida que me Acercaba, pude distinguir sus contornos cubiertos de nieve, dándole un aspecto más misterioso
Y solitario. En la entrada de la capilla había lo que parecía ser una estatua en forma de angel, cubierta por un velo de nieve, este parecía proteger la entrada de la capilla .
La capilla con sus arcos apuntados y unas cuantas gargolas en las cornisas  se alzaba imponente entre los árboles desnudos, como un testigo silencioso de tiempos olvidados. Cada detalle arquitectónico estaba resaltado por el manto blanco de nieve que la envolvía, creando una imagen  casi fantasmal en medio del paisaje invernal.
Con firmeza me acerque a la capilla cubierta de nieve y comencé a quitarla con cuidado.
Al lograr abrir una de  las puertas, un crujido resonó en el aire y la nieve junto con los pedazos de hielo que estaban acumulados en las cornisas comenzaron a caer en un torbellino. Con reflejos rápidos, logre esquivar cada pedazo que desendia, sintiendo el aire frío rozar mi piel mientras me movía ágilmente para evitar cualquier impacto. Mi túnica estaba completamente empapada por lo que ingresé a la capilla rápidamente esperando refugiarme del frío. La capilla  estaba  sumergida en penumbras, casi en obscuridad total. Pues la nieve había cubierto las ventanas impidiendo que la luz del exterior revelara la majestuosidad de su interior. A pesar de la oscuridad que reinaba, se podía percibir que las paredes conservaban un tono rojizo.

Con fuerza me desprendí de la tunica dejando la caer contra el piso, al momento  de caer un tintineo resonó de ella me hacerque de manera veloz  y comencé a buscar con desesperación en cada uno de los bolsillos hasta que encontre en uno de ellos una caja metalica de cerillos.

Con manos temblorosas, saqué un cerillo de la caja y lo acerqué a la fricción, generando una chispa que iluminó momentáneamente la oscuridad. El cerillo prendió con un suave crepitar, y la llama amarillenta iluminó el espacio a mi alrededor. La luz reveló una tumba majestuosa en el centro de la capilla, con una figura esculpida en la parte superior, representando a una persona en estado de reposo eterno. Un crucifijo colgaba de la pared detrás de la tumba, su presencia parecía vigilar el lugar.

Me quedé paralizada, sorprendida por la escena que se revelaba ante mis ojos. La llama del cerillo titilaba, proyectando sombras danzantes en las paredes. De repente, mi mano se movió involuntariamente y el cerillo cayó al suelo, apagándose con un suave siseo. La oscuridad volvió a envolverme, y me sentí desesperada.

Con dedos febriles, busqué otro cerillo en la caja, intentando encenderlo con una fricción nerviosa. La chispa generada iluminó mis manos, y finalmente, el cerillo prendió de nuevo. La llama vacilante arrojó una luz tenue, pero suficiente para que pudiera ver la tumba y el crucifijo una vez más. Me acerqué lentamente, como si me sintiera atraída por una fuerza invisible, y mi corazón latía con una mezcla de miedo y curiosidad.

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