{diez}

20.2K 569 48
                                    

«20,945.70$»

Salí de la Universidad y me dirigí a mi coche. No tenía ganas de hablar con nadie en ese momento.

Arranqué el coche y salí del aparcamiento lo más rápido posible, cruzándome a Eric por el camino. Iba con una chica rubia.

Suspiré y me dirigí a mi apartamento, pillando miles de atascos y semáforos en rojo.

Al llegar, no le dije ni hola a Beth, la recepcionista que había y a la que le pagaba el alquiler.

Subí en el ascensor, mirándome en el espejo y suspirando.

¿Seguirá Justin aquí? En dos minutos iba a descubrirlo.

Mordí mi labio y salí del ascensor al llegar a mi piso.

Miré alrededor. No había ninguna señal de Justin.

—¿Justin?—, grité, para que se escuchara en todo el apartamento.

Nada. Nadie respondía, así que decidí ir a mi habitación, dejar la mochila sobre la silla y comenzar a quitarme la ropa para darme una buena ducha.

Escuché una puerta abrirse y me giré de inmediato, viendo a Justin delante mía con una bolsa en la mano.

—Oh, ya estás aquí—, susurró, observándome detenidamente. Estaba en ropa interior.

Me sonrojé un poco y Justin sonrió.

—Sí. Llegué pero no estabas. Así que iba a darme una ducha, o un baño. No lo sé—, dije algo nerviosa.

Dejó la bolsa en el suelo y se acercó a mí. Acarició mi mejilla con su pulgar, bajando después a mis labios. Acarició el labio inferior y después bajó hacia mi mandíbula. Me mordí el labio, en respuesta él bajo hasta mi pecho, después colocó su mano en mi cintura y me dio un pequeño apretón.

—¿Qué llevas en la bolsa que has traído?—, pregunté, sin apartar la vista de sus ojos.

—Algo. No puedo decirte el qué.

—¿Por qué, tendrías que matarme?—, sonreí.

—No, pero se me ocurren unas buenas maneras de matarte—, comenzó a acaricia mi espalda con sus dedos, haciendo que me relajara.

—¿Me dejas ir a que me duche o, tengo que escaparme?

—Quiero ducharme contigo—, susurró, acercando sus labios a mi oído.

—Te lo permitiría, pero no dejarías que me duchase. Acabarías follándome allí—, murmuré, un poco excitada.

—Me conoces demasiado bien—, sentí cómo sonreía—. También puedo follarte ahora—, me apegó a su cuerpo y dejó un beso húmedo sobre mi cuello—. Así hacemos un poco de ejercicio y nos duchamos luego, primero tú y después yo. ¿Qué te parece?—, dijo en voz baja.

Cerré mis ojos escuchando sus palabras. Su voz era demasiado sexy cuando se ponía así conmigo. Hacía que me excitara solo con escucharle.
Lamí mis labios, sintiendo cómo su mano bajaba por mi espalda, hasta llegar a una de mis nalgas y apretarla fuerte, provocando que sintiera lo duro que estaba y, haciendo que soltara un gemido ahogado.

—Aún no he aceptado tu propuesta, Bieber—, susurré cerca de su oído.

—Lo sé. Pero debo admitir que me encanta hacer que te excites sin necesidad de hacértelo—, su voz sonaba ronca. Él también estaba tan excitado cómo yo.

G A M E S. {Justin Bieber} #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora