Un día hermoso para hace tonterías, ya había acabado con su trabajo y estaba listo para salir sin que nadie se diera cuenta. Tomó unos cuantos moras en su bolsillo y se escabulló por el patio trasero de la casa Kamisato y sin avisar a ningún sirviente a excepción de Thoma, tomó también un bolso pequeño donde llevaba unos dangos multicolor perfectamente empaquetados en una caja de madera con un lazo celeste.
Estaba nervioso ¿Por qué lo estaba? No tenía la respuesta, más que nervioso prefirió convencerse a sí mismo que solo estaba emocionado por el reencuentro con el Oni. Llevaba ropa ligera y unos zapatos de bambú que le permitían pasear libremente por los verdes campos de Inazuma y contemplar la hermosa ciudad, y por supuesto, dejar de ser "El perfecto joven Comisionado" y ser simplemente "Ayato" y esa sensación de ser libre... era gracias a Itto.
Así que ahora estaba ahí, en una montaña en medio de lo que el catalogaba como "La nada" no había más que un pequeño pueblo cerca, y el aire corría libre y fresco, era casi como un sueño, incluso llegó a agregar a sus notas mentales traer a Ayaka uno de estos días, el ajetreo del trabajo no era bueno para una señorita tan joven.
— ¡Aniki! — Él chico de cuernos lo sacó de su burbuja y el peliazul no tardo en volverlo a ver con una sonrisa emocionada en el rostro. - ¡Te extrañé!
Y selló esto en un abrazo fraternal que lo dejó sin palabras, solo dio unas pequeñas palmadas en su espalda, y aquella extraña sensación que lo había perseguido desde que conoció a su excéntrico amigo creció en su cuerpo, no sabía cómo describirlo, pero se asemejaba a aquella sensación de enamorarse por primera vez, aunque eso era imposible, Ayato se había enamorado muchas veces y todas esas veces fueron mujeres, de cualquier manera, prefirió suspirar profundamente y no ponerle nombre a sus extraños sentimientos.
— Solo pasaron unos pocos días, Itto no tiene por qué extrañarme. — Respondió ante las dramáticas palabras del Oni. — Además te dije que puedes ir a visitarme cada que quieras.
— Aniki, dijiste que podía ir, pero Shinobu me dijo que no te molestará o el señor Kamisato se enojaría y me echaría a patadas... — Itto se acurrucó en su pecho y Ayato jugó con su blanco cabello mientras su nerviosismo crecía y crecía sin remedio.
Pero tenía que aceptar que ante esas palabras contuvo totalmente la risa que amenazaba con salir, no se burlaba del Oni, pero el hecho de pensar en él mismo echando a patadas a su amigo le parecía chistoso, aunque quizás Thoma sí que podría hacerlo un día de estos, así que hay que ir con cuidado. Fuera de eso, no podía dejar de lado lo lindo e inocente que podía llegar a ser Itto, a pesar de ser tan alto y musculoso cuando hacía cosas como esas se veía tan pequeño y débil que era demasiado tierno, como un hermano menor.
— Esta bien, siempre podemos ocultarnos ¿No? — Dijo Ayato.
— Me hablas como si fuera tu amante — Bromeó sin percatarse de todo lo que había provocado con tan solo un pequeño comentario.
Ayato pudo sentir todas sus fibras tensarse al mismo tiempo. ¿Cómo es que... unas pequeñas palabras tenían tanto poder en él? Siempre sintió que él era muy persuasivo y ahora se encontraba siendo completamente dominado. Lo peor es que Itto era tan ignorante de esto y seguía haciéndolo una y otra vez sin parar.
— Lo eres, por eso te traje un regalo. —Trató de alivianarse a sí mismo jugando de vuelta la broma.
— ¿Un regalo? — Como si fuera un perrito alegre Itto empezó a mover la cola.
— Si, pero te lo daré luego. Vinimos a tener una batalla de escaradiablos. — Lo pensó unos segundos y luego terminó su frase. — ¿Qué tal si mejor apostamos? Si logras ganarme te daré el regalo.
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☆ ¡Mi nueva mascota es un Oni! 「 AYAITTO 」・。
Фанфик¡𝙉𝙤 𝙢𝙚 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙨𝙚 𝙞𝙙𝙞𝙤𝙩𝙖! ❀◦────────── ◦ Ayato hace mucho que quería una mascota, tal vez un perro, tal vez un gato, pero nunca se imagino que terminaría relacionandose con un Oni raro que más que un "bro" parecía un cachorro que mo...