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Le lettre de invitación .

(Prima de Lorelai: Rozetta Blossom)

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(Prima de Lorelai: Rozetta Blossom).

Lorelai descansa en su cama de dosel con el reloj de su abuelo sobre la mesilla de noche. Decidió dejarlo allí porque sentía que la cuidaba y la hacía sentir de alguna forma segura. No sabría describirlo,era algo siniestro,casi espiritual.
1...2...3...¡BOOOOOM!.

ESTALLA EL RELOJ DEL ABUELO FERNIE Y SE ESFUMA EN UNA NUBE DE POLVO DORADA. ¿Qué es lo que ah sucedido?. Nadie lo sabe. Quizá era un aparato mágico. Solo que Lorelai no se da por enterada porque duerme plácidamente la mona.

Londres despierta hoy con un nubarron gris y nauseabundo,y si la radio estuviera prendida, Carl diría que no saquen sus acolchados ni su ropa de cama a la cuerda. No ventilen ninguna habitación, ¡Porque el viento arrastrará como nunca antes!.

Esperemos que no sea una tormenta eléctrica, aunque está hermosa ciudad goce de unos cuantos pararrayos. Hermoso invento de Benjamín Franklin. El reloj ah
desaparecido, y en cuanto la adorable niña que descansa como si fuera La bella durmiente ,¡Despierte!, todo se irá al garete.

Mientras tanto,en el Circo:
El dueño lustra su galera y plancha los trajes que más usa. Tararea una melodía estridente y se mueve con rapidez. Brazos y manos. La mañana está fresca, se prepara un té (inglés por supuesto) y croissant's calientes. Un buen desayuno para empezar el día. Gris.

Su mujer está sentada al piano, vestida con un hermoso y floral vestido irlandés escarlata. Lleva el cuello y las clavículas al descubierto. Un total bellezon. Y ella es consiente de eso. Llevan casados 5 años y medio. Ambos son jóvenes y disfrutan de la compañía del otro. No tienen hijos, aunque aspiran a tenerlo.

(Ilustración)

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(Ilustración).

– Cariño, ¿cómo vas con eso?, ¿Necesitas ayuda?.

– Ya casi está.

Él está en ropa de dormir y ella, luce tan mona que da dolor hasta mirarla y compartir el mismo aire del que respira. Fuera, el mundo se desata y la lluvia cae en aguaceros furiosos y sin pausas. Están en la sala del Circo, no hay ni un alma, excepto ellos dos.

Es como un salón provisto de ventanas amplias y un camerino, donde se reúnen para dar discursos de disciplina. ¡Londres, Oh Londres!. Y vestirse por supuesto, con esos trajes tan chillones. Colores, colores.

Otra vez en la Mansión Blossom:
Lorelai bosteza unas cuantas veces para luego decidirse por fin que va a levantarse. Sería el día en qué aunque las sombras preparen el desayuno, ella se haría su propio café y su propio pan untado con mantequilla. ¡Nada de dulces!. El cartero merodea por la ciudad con esa bocina tan estridente y ese megáfono dónde anuncian un montón de noticias nuevas que a la gente normalmente le interesarían,pero en este caso no es así.

Hace un día algo frío pero está despejado. Un cielo celeste algo... pálido. La niña se peina el largo cabello y sus rizos se desarman, entonces se hace dos moños y el problema queda resuelto. Nada de lidiar con un pelo rebelde y con frizz, nada de pelo que desafía a la gravedad o que parece haber tocado un cable de la toma de corriente.
Aunque el día este gris y nuboso, su pelo lanza destellos rojos, es irónico y hasta algo inusual.

Mágico debería ser la palabra correcta. Esos genes destacables de la familia Blossom y entonces el cartero con su combi, de puertas corredizas para en la calle de la casa de Lorelai. El hombre que trabaja para la compañía de correos sale de un salto del vehículo con un sobre en la mano,y la coloca en el buzón rojo brillante de la mansión.

Afuera del portón el pasto ondea. Parece que hay una leve brisa fresca. El hombre sonríe casi como automáticamente, y así como bajó, subió. No siempre llegan correspondencias, así que ese también es uno de esos días, poco comunes. La niña se viste con un entero de esos viejos que tiene y se calza unas pantuflas bonitas. Baja las escaleras,al primer piso.

Ahí abre la puerta y la golpea el viento de fuera. En este caso su pelo no va a colarse en sus orejas ni en sus ojos. Está perfectamente recogido en dos moños igual de bonitos. Corre hacía el buzón y allí dentro encuentra una carta en un sobre amarillo, con una insignia. Es colorido y algo llamativo,parece haber salido de una tienda de juguetes. Por suerte, la niña sabe leer y no le cuesta nada descifrar el primer mensaje:

Para: Lorelai Blossom.
De: Circo, The Joannu the magnificiant.
(El magnífico).

No sabe si lo leyó bien, pero cree que si. Vuelve a leerlo, un par de veces más y si, dice claramente la palabra "circo". Debería consultarselo a Marietta.

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