La vida de un Diamond

Capitulo 17: Caso C6 (Advertencia, contenido sensible!)

Aimar y Noah junto con Rose fueron a la aventura que había sido prometida y que esperaban desde el fallecimiento de Aimar y la revolución tecnológica de la tierra Jewelty, una aventura que llevaba a las montañas en busca de lo que las personas llaman "Libertad" para ocultarse de su sociedad que había establecido su jerarquía en la que los diamantes reinaban y los demás servían a su autoridad.

Estoy contento de hacer esto —exclamó Aimar con un tono alegre— sé que no eres alguien tan aventurero desde la última vez, tu pasión es la ciencia y tecnología y que si no hubiera sido por mi, tu estarías en tu laboratorio siguiendo con tus experimentaciones, son muy importantes para la sociedad gema y después de la confesión creí que no existía la verdadera confianza entre nosotros, pero la realidad es que solo era temor.

Lo sé, mi superior, déjeme decirle que no es lo único que le puedo llegar a ocultar pero la razón es algo personal, no tiene nada cruzado con usted —Le dijo Noah con una voz tranquila— pero aunque escondamos secretos en nuestros corazones, nos podemos seguir amando como el primer día, por favor, déjeme servirle para la eternidad.

Por amor a los diamantes, no me trates con superioridad, llamame "Aimar", ya que después de todo, tenemos probabilidad de juntarnos en sagrado matrimonio, nos conocemos desde que tenías 15 años, ten algo de confianza en mí y llamame como tu prometido —Exclamó Aimar— sigamos recorriendo la montaña, hoy está muy en calma, disfruto eso, Rose, ¿tú qué opinas, querida?

¡Esta vista es maravillosa! —Dijo Rose con emoción— estoy muy contenta de esta aventura y a ti ya me faltaba verte, hace años que no te veo y he crecido mucho.

¡Ya lo noté!, apenas puedo cargarte, subiste de peso, lo noté —Dijo Aimar contento—

¡Ay, calla! —le gritó Rose—

Ya dejen de discutir los dos, Aimar, tu apenas acabas de regresar, contrólate y digo lo mismo de ti, señorita. —Dijo Noah algo molesto—

Al llegar a la cima de la montaña, Aimar, Noah y la dulce Rose, apreciaron el paisaje y en la cima, Aimar quería retomar la pregunta que se quedó corta hace unos años..., Aimar se arrodilló y dijo con una voz tranquila y dulce...

Mi dulce Noah, quería retomar esta pregunta ya que se había quedado corta por mi homicidio, pero aunque hayan pasado años, sigo decidido en la opinión que tengo sobre ti y yo decido que...

Noah lo interrumpió por el recuerdo traumático que pasó hace unos años, Noah tenía miedo de volver a pasar por esa experiencia, así que simplemente, antes de que Aimar terminará la pregunta, Noah lo interrumpió y preguntó si podían volver a casa, Aimar accedió algo desanimado pero, él sabía que para Noah era difícil, así que decidió que no era el momento oportuno para pedirle matrimonio, al volver a casa, notaron una extraña vibra, de repente, el teléfono comenzó a sonar, Noah atendió la llamada y al contestar, su piel se convirtió en algo tan pálido, había sido amenazado por alguien desconocido, él estaba confundido, ya que en esa realidad no existían las extorsiones, la voz le dió una vibra familiar, creyendo que era alguien que conocía, no le dió importancia por el momento, Aimar, Noah y Rose sentían frío, debido a esto, Los tres fueron a sentarse junto a la chimenea de la casa de Aimar, Noah tejía un gorro para Rose, Aimar estaba tomando café y rose se durmió en el regazo de aimar, todo estaba tranquilo, Aimar cargó a Rose y se sentó al lado de Aimar, Noah al haber terminado el gorro para Rose, colocó el gorro en su regazo, al tener mucho cansancio por escalar la montaña, Noah recargó su cabeza en el hombro de Aimar y se quedó profundamente dormido, Al igual que Aimar, pasaban las horas y de repente, Aimar despertó por un golpe en su mejilla..., ¡Eran sus padres y estaban muy molestos!...

¡¿Cómo te atreves a estar aquí con alguien de clase baja?!, ¡Por favor, mírate y tente algo de respeto, eres un Diamond, te prohibo que estés con él, ya que prefiero tener un hijo infeliz y poderoso a tener un hijo gay que tiene un novio de clase baja! —Dijo el padre de Aimar— ¡lárgate de aquí, hasta que recuperes la compostura, no te quiero aquí, largo de aquí!