La vida no siempre te da las cosas de forma fácil, algunos tenían que sufrir un poco antes de encontrar la felicidad y Kamari Adeline Swan era una de esas personas.
Su escape del infierno que vivía junto a la nueva pareja de su madre llegó junto con...
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Capítulo 4 Instituto con los Cullen
En casa con papá podía dormir sin miedo, cerraba los ojos y todo desaparecía, así habían sido estos dos dias, pero ayer por la noche fue diferente.
Estaba durmiendo, ya era tarde cuando escuché mi puerta abrirse e inmediatamente abrí mis ojos. Mis latidos comenzaron a alterarse, pero me quedé quieta sin hacer ruido hasta que escuché su voz.
─Ya está dormida ─Bella habló, se quedó en silencio y supuse que estaba en llamada─. Sí, tuvimos un buen día, comimos juntas en el receso ─Mentirosa. Pero ¿Está hablando con Mamá?─. No puedo despertarla, Phil ─Mi piel se erizó al escuchar su nombre─. Podrías llamarla tú si quieres hablar con ella ─No puede, no tiene mi número, jamás se lo di y las veces que mamá se lo daba lo bloqueaba─. Puedo pasártelo y hablas con ella directamente.
¡No!
Quería pararme y gritarle a Bella por haber entrado a mi habitación, decidí ignorarlo e intentar volver a dormir hasta que vi el flash de su celular.
Me levanté rápidamente volteando a mirarla con el ceño fruncido.
─¿Qué hiciste? ─Bella me miró asustada─ Te lo vuelvo a preguntar ¿Qué hiciste?
─Nada ─Comenzó a tartamudear aún con su celular en llamada.
─¿Por qué me tomaste una foto?
Frunció su ceño y me acerqué a ella rápidamente para quitarle el celular. Me metí a su galería y ahí estaba la fotografía, sentí nauseas en cuanto la vi. Estaba de espaldas pero por la posición en la que duermo mi espalda estaba descubierta y podía verse un poco la piel de mis piernas.
Se apreciaba perfectamente mi silueta.
Me dieron nauseas saber que esa foto la enviaría a Phil, más aún porque dormía en short y camisa de tirantes.
Borré la fotografía y saqué a Bella de mi habitación cuando le entregué su celular, ella golpeó un poco mi puerta gritando para saber que me sucedía, pero la ignoré.
Mis manos temblaban por el miedo que me provocaba escuchar sobre Phil durante la noche.
No era fácil olvidar una experiencia de ese tipo.
Terminé por quedarme dormida en el piso junto a la puerta de mi habitación.
A la mañana siguiente cuando desperté estaba en mi cama completamente arropada; papá debió haber entrado a mi habitación y verme en el suelo.
