LOVE ME HARDER › Jjk ❛+18❜

21 | Desamores

Narrador
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—Soyeon, me siento terrible, cre que pusho ver etellas.

Jisung frota sus manos buscando calor, siente como sus ojos se cierra al encontrar tan agradable la forma en la que Soyeon seca su cabello con la toalla.

Luego de ayudarlo, guiándolo hacia la ducha para quitarse un poco la borrachera, ella hizo lo mismo, ambos con pijama listos para aprovechar las pocas horas que les quedaban.

—Eso es lo que pasa cuando mezclas alcohol con problemas del corazón —Soyeon acaricia sus mejillas y lo empuja para hacerlo caer a la cama—. Mañana veremos a Lucifer como la consume el fuego cuando te vea llegar con tremenda resaca.

—La verdad es que me encantaría verla así —Jisung ríe, el solo imaginar a su residente cruel envuelta en llamas le causa gracia, al fin le haría honor a su apodo.

Soyeon se había convertido por una noche en una mamá para Jisung. Acomoda la ropa que había dejado regada por la habitación, toallas y demás. En ese preciso segundo, ambos escuchan un teléfono sonando.

¿A esta hora quien podría llamar?

—¿Qué teléfono suena? —cuestiona Soyeon acercándose a la mesa de noche.

—Creo que es el mío —habla confundido y levantándose para verificar.

—No puede ser... —murmura ella al percatarse de cual individuo innombrable se trataba.

—¡ES ÉL! ¡E-ES ÉL...! ¡ME ESTÁ LLAMANDO! —Jisung intenta coger su teléfono, pero Soyeon es mucho más rápida para tomarlo.

—¡¿Le escribiste cuando veníamos de camino?! —pregunta irritada.

—¡No, claro que no! Solo me está llamando... D-Déjame responderle —suplica intentado quitarse las cobijas.

—¡Es un imbécil! —se aleja más—. Es de los mejores cirujanos generales en el país, pero un bestia para sus relaciones amorosas. Llama la madrugada de un sábado, ¿para qué? ¿Para darte las buenas noches? No responderás.

—P-Por favor.

—Bueno, yo responderé, y si dices una sola palabra dormirás en la calle —le da un ultimátum.

—Ok...

Jisung a pesar de encontrase aun ebrio entiende perfectamente sus palabras, no deseaba dormir en la calle.

—Hola, ¿Jisung? —Soyeon activa el altavoz, pero se mantiene en absoluto silencio, toma asiento al borde de la cama—. Sé que estás ahí, no tienes qué responder, he sido un imbécil, lo sé —ella mira a su amigo y reafirma con su cabeza lo que acababan de escuchar—, y te extraño, me gustaría que estuvieras aquí, hablar sobre... algo importante.

—S-Soyeon... —Jisung vuelve a suplicar en voz muy baja—, déjame respo... —ella lanza un codazo para callarlo.

—¿Estás ahí? —insiste Minho—. Solo no quiero que olvides que nunca mentí respecto a lo que eres para mí, lo que siento por ti. Creí que jamás volvería a sentir esto por alguien, pero me equivoque y yo...

Soyeon silencia el micro y mira tan confundida a su amigo—. Jisung tienes que explicarme bien que está ocurriendo entre ustedes.

—Te extraño —Soyeon quita el altavoz estaba a punto de desistir de sus palabras y permitirle a Jisung mandarlo al diablo—. Es absurdo, no debí llamar, lo lamento, descansa —Lee es él mismo quien corta la llamada.

—Noooo —Han ahoga sus gritos en la almohada—. Quería responderle, no me importa si vuelve a lastimarme, quiero verlo.

—¡Jisung, cállate! —exige Soyeon. Ella ya había pasado por eso, y no quería que a su amigo le ocurra lo mismo—. Y explícame que está ocurriendo con ustedes dos. ¿Cuál fue el verdadero problema? Y, además, posiblemente él también esté ebrio y por eso llama como idiota a las tres de la madrugada. Tal vez mañana olvidará todo lo que dijo.