Extra

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Au! High school

En los imponentes pasillos de la Academia Camelot, donde la caballería y la erudición se entrelazaban, florecía un amor juvenil entre dos almas dispares: Nasiens, la joven de cabello castaño ondulado y ojos color avellana que brillaban con inteligencia, y Percival, el chico de mirada profunda y sonrisa tímida, poseedor de una fuerza física sin igual.

Nasiens, ávida de conocimiento, pasaba horas devorando libros en la biblioteca, mientras que Percival prefería la práctica, entrenando incansablemente en el campo de justas. Sus caminos rara vez se cruzaban, pero el destino tenía otros planes.

Un fatídico día, durante un torneo de debate, Nasiens se vio superada por la presión y la timidez. Justo cuando estaba a punto de rendirse, una voz firme y clara resonó en la sala, defendiendo su argumento con lógica impecable. Era Percival, quien, sin saberlo, había cautivado su corazón.

A partir de ese día, una serie de encuentros fortuitos y miradas furtivas tejieron una red invisible entre ellos. Nasiens encontraba consuelo en la fuerza tranquila de Percival, mientras que él se veía cautivado por su intelecto y pasión por la vida.

Lancelot, el mejor amigo de Percival, observaba con una sonrisa cómplice el incipiente romance. Junto a Tristán, otro de sus compañeros, ideaban planes para juntar a la pareja, organizando torneos ficticios donde Percival debía rescatar a una damisela en apuros, interpretada nada más ni nada menos que por Nasiens.

Isolde, la amiga inseparable de Nasiens, era la confidente de sus sueños y sus miedos. Ella la animaba a seguir su corazón, recordándole que el amor verdadero no se rige por las normas caballerescas.

Un día, en un claro del bosque cercano a la academia, Percival reunió el valor para declararle su amor a Nasiens. Bajo la luz tenue del crepúsculo, sus palabras brotaron del corazón, tan sinceras como firmes. Nasiens, conmovida hasta las lágrimas, correspondió a sus sentimientos, sellando su amor con un beso tímido y lleno de promesas.

La noticia de su romance se extendió por la academia como un reguero de pólvora. Algunos la recibieron con alegría, mientras que otros, como Gawain, la rival de Percival en las justas, no podían ocultar su envidia.

A pesar de los obstáculos y las críticas, el amor de Nasiens y Percival se fortaleció con el tiempo. Se apoyaban mutuamente en sus sueños, se retaban intelectualmente y se complementaban a la perfección. Juntos, demostraron que el amor verdadero puede florecer incluso en los lugares más inesperados, desafiando las normas y conquistando los corazones.

Anne y Donny, dos jóvenes enamorados que también asistían a la Academia Camelot, se convirtieron en testigos de la historia de Nasiens y Percival. En ellos veían un reflejo de su propio amor, una inspiración para enfrentar los desafíos que la vida les deparaba.

Al final, Nasiens y Percival comprendieron que su amor era más que una simple atracción juvenil. Era una conexión profunda, una unión de almas que los impulsaba a ser mejores personas, a luchar por sus sueños y a construir un futuro juntos.

Su historia se convirtió en una leyenda en la Academia Camelot, un recordatorio de que el amor verdadero puede surgir en los lugares más inesperados y desafiar todas las expectativas. Un amor que, como las historias de los antiguos caballeros, perduraría en el tiempo, grabado en la memoria de aquellos que tuvieron la fortuna de presenciarlo.

Brisa Silenciosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora