-- ¡¡¡Eres un inútil Nick, cómo puedes hacerle eso a tu hermana!!!-- Gritaba tras el móvil. Mí corazón estaba completo de ira, la rabia y las ganas de reventar a Nick recorrían por cada vena de mí cuerpo.
-- !Te dije que quería salvarme, por eso la entregué!-- nick sonaba debil, tenía la voz quebrada, evidentemente estaba en llantos, arrepentido de su error, pero lo que no sabía, es que es demaciado tarde.
-- ¡Es tu hermana menor Nick! ¡Tiene 14 años! !una vida por vivir! -- suspiré conteniendo mis lágrimas -- Eres.. un insensible.
-- ¡TOM PORFAVOR, TE LO SUPLICO DEVUELVEME A SOL! -- su voz estaba completamente sin fuerzas, gritaba con desesperacion y ahogado en lágrimas .
-- ¡Es lo que te mereces, no vuelvas a marcarme nunca más! -- dije finalmente. colgué la llamada y me volví a reposar en el asiento, pero esta vez, lleno de ira y mí corazón no dejaba de sentir ese dolor, como una cuchilla cortando un pedazo de carne, sentía ese ardor recorrer mí sangre.
Aún estaba pensativo, no sabía si confesarle a Sol las barbaridades que hacia su hermano, cómo era, cómo se comportaba desde el primer día en que lo vi.
No quería contarle, no queria herir su corazón puro, jamás lo haría.
¿Cómo decirle que por una deuda Nick entrego a su familia? y Que en estos momentos... Su madre ya no estaba, y todo esto, por culpa de Nick, de ese gusano asqueroso. Ella no era culpable, es inocente, de todo lo que sucede en su alrededor.
Quiero cuidarla y proteger su débil y puro corazón, es única y nadie ocupara su lugar, no mientras esté bajos mis brazos reposada.Pasaron 15 minutos y sol aún no salía de ese baño, me preocupe y decidí salir del auto en busca de ella. llego al baño y entro como si nada.
--¡Sol! -- alze la voz dentro del baño, esperando que está respondiera.
-- Tom, hay un problema. -- habla ella detrás de unos de los baños.
Me acerco lentamente hacia esas baño y espero a sol allí.
-- ¿Que problema tienes? -- pregunto un poco preocupado.
-- Bueno... emm.. -- ella sonaba avergonzada.
-- Dime, no te asustes
-- Creo que me golpeé la vagina. -- Dijo ella. abrí mis ojos y preocupado pensé en entrar al baño, contuve ese pensamiento ya que se sentiría incómoda.
-- ¿Estás herida? -- pregunté.
-- Me sangra aquí abajo, tengo miedo -- dijo ella asustada. entonces relaje mí rostro y con alivio di una carcajada, me causo mucha ternura al darme cuenta que no tenía idea que fuera eso.
-- Tranquila sol, te vino la regla, no te preocupes, iré a la estación de servicio a comprarte unas toallas. quédate aquí no tardaré -- Salí corriendo del baño y me dirigí al mercado que había al lado de los baños, entre y rápidamente busque la estantería dónde se encontraban las toallas femeninas, no tenía idea de cuál comprar, entonces me quedé pensativo.
-- ¿Necesitas ayuda? -- una voz femenina aguda pregunto detrás de mí, me voltee y al verla me sorprendió. Era una chica alta y rubia, sus ojos eran celestes y su pelo era totalmente lacio. negué con la cabeza orgulloso y seguí buscando con la mirada.
-- ¿Son para tu hermanita? pues puedes cojer estás. -- ella tomo un paquete rosado, me los enseño y me dio el paquete. yo asenti en muestra de agradecimiento sin decir una palabra.
--¿Que los trae por aquí? -- pregunto ella. yo mire a la chica con una ceja en alto
-- Nada, solo salimos a pasear un rato - dije nuevamente buscando y disimulando que no quería tenerla encima.
-- ¡Genial! debe estar contenta de pasar tiempo contigo tu herma....
-- Novia, es mí novia -- interrumpí a la rubia un poco molesto. no quería que se le acercara nadie más, aunque me pareciera atractiva, no quería ni verla, por mas amable que fuera conmigo. ella quedó sorprendida y sonrió.
-- Muy chica para tu edad -- dijo ella mirándome desafiante.
-- Si no sabes su edad, cierra la boca, ¿Quieres? -- dije dándole la espalda y dirigiendome hacia la caja.
Compre las toallas y salí a las corridas de allí. Aún no podía creer que una niña de 14 años me tendría así de domado.
-- Aquí tienes! -- dije mientras le pasaba las toallas por debajo de la puerta del baño. Espere unos segundos a que se colocará eso.
-- Tom, nosé como se pone. -- quedé sorprendido, ¿Como no iba a saber nada de esto? .
-- No pretendas que te ayude, Mira las instrucciones. -- Dije. obvio no podía entrar y colocarla, sería incómodo y avergonzado.
-- ¿Por qué no? -- pregunto.
-- No sol, no puedo hacer eso. Mira las instrucciones dije. -- Salí del baño para que ya no me insistiera, y la espere en el auto.
Espere unos minutos y a lo lejos veo a sol corriendo hacia el auto, me tranquilice por fin y abrí la puerta para que entrara.
-- ¿Pudiste? -- le pregunte.
-- Si, no es difícil.. oye que vergüenza --dijo ella avergonzada. mire a sol con cariño y sonreí.
-- No te preocupes princesa, No es culpa tuya que no te enseñarán cómo usar de esas, en partes estuvo bien que lo hagas sola.
-- Si, nunca me hablaron de nada, pensé que esto solo les pasaba a las adolescentes de 18 años, nunca creí que a esta edad me viniera la regla. -- Ella sonaba avergonzada. Entonces acaricie su pelo y lo lleve detrás de su oreja.
-- No te preocupes -- suspire -- lo hiciste bien.. Pero ahora, tenemos que seguir camino, así puedes bañarte y cambiarte,¿ está claro?
Ella asintio y encendi el auto.
Aún no podía creer que la tuviera conmigo, a mí lado. Aún no caía, sentía que esto era un sueño.
No me importa su edad, si yo tengo que esperar hasta su mayoría de edad viviría todos los días angustiado, Quiero que sea mia y tenerla bajo mí protección.
Sentia mí corazón acelerarse rapido, tenía muchas ganas de besarla pero... No, Tom controlate, no es hora de eso aun.
"Siempre te encontraré entre mis brazos, entre mis sábanas, No pienso soltarte".
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𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦'𝑠 𝑔𝑖𝑟𝑙 •(Tom Kaulitz)•
Randomella vive su sueño de ser amada, comprendida y escuchada. pero esto termina cuando el se da cuenta que no solo estara en sus brazos.