Café y Rosas

Café y Té

Sentía las mejillas un poco calientes después de subir al coche de Philza.

En realidad Quackity no esperaba recibir una rosa hoy, tampoco esperaba el jarrón.

Mira el jarrón amarillo en su regazo que contenía​ una bonita rosa roja, no parecía fresca como las últimas pero para él era perfecta.

Su sonrisa debió ser obvia porque Philza lo comentó.

"¿Regalos del admirador?" El hombre mayor tenía un tono alegre en su voz.

"Sí, te daré tu jarrón cuando lleguemos al apartamento".

Quackity no llamaría admirador a Luzu, aunque era inútil pelearse con Philza en esto, así que no le corrigió.

"¿Conseguiste su nombre esta vez?"

"Sí. Conseguí su número también esta vez", anotó mentalmente para pedirle a Roier sus notas más tarde, "Parece realmente agradable".

"Eso está bien, amigo. Te mereces un descanso después de lo que pasó".

Quackity asiente lentamente, intenta no pensar demasiado en el pasado, todo es diferente así que es inútil pensar en ello.

Todo va a ir bien.

"¿Y cómo se llama?"

"Luzu". Philza lo mira a través de su visión periférica, como esperando que Quackity continúe. "Es un nombre bonito".

"¿Te gusta?" Philza se burla, se ríe entre dientes mientras Quackity hace un sonido ahogado de sorpresa.

"Bueno... supongo que se podría decir eso". El hombre más pequeño se esfuerza por encontrar una respuesta.

Philza se ríe y aparca el coche, estaba sorprendentemente vacío alrededor del edificio de Quackity.

"¿Quieres entrar?" Quackity señala hacia el edificio. "Puedo hacerte un café y darte tu jarrón mientras estás allí".

"Un café me vendría muy bien ahora mismo, amigo. Iré, necesito hablar contigo de todas formas". El hombre mayor dice mientras sale del coche, dando la vuelta para ayudar a abrir la puerta de Quackity y ayudarle con el jarrón amarillo.

El hombre más joven le da las gracias en silencio y le guía a través del edificio, deteniéndose una vez que entran en su apartamento.

"Perdona el desorden, no esperaba que me recogieras", explica Quackity mientras se dirige a la pequeña cocina, "sé que es bastante pequeño comparado con tu hogar, pero siéntete como en casa".

"No, no pasa nada, es acogedor". Philza echa un vistazo al apartamento. "Por cierto, ¿dónde quieres este jarrón?", le dice a Quackity.

"Uh, déjalo en el mueble de al lado, luego lo pondré en mi habitación". Responde el hombre de pelo negro mientras prepara la cafetera.

Los dos hombres comparten un cómodo silencio mientras se prepara el café, Philza sentado en una de las sillas de la mesa del comedor.

El silencio se rompe cuando Quackity sale de la cocina con una taza de café en una mano mientras en la otra sostenía un pequeño recipiente con lo que Philza supuso que era azúcar.

"¿Nada para ti?", pregunta el mayor mientras Quackity coloca la taza y el recipiente frente a él.

"Tengo un poco de té preparándose en la cocina, después de hacer tanto café en el trabajo empiezo a cansarme de él ¿sabes?".

"Mm, sí, lo entiendo". Toma la cucharilla que hay dentro del recipiente y pone una pequeña cantidad en su taza. "¿Qué tipo estás haciendo? Mi mujer tiene una 'pequeña' colección de té", hace comillas al aire con una mano y mezcla el azúcar con la otra. "Quizá ella pueda recomendarte algo".