Mi amiga

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En la habitación se podía escuchar el sonar de pieles chocando, gemidos y besos desesperados 

- Haa Jin.....haaaa - se escuchaba una femenina voz que estaba desbordando de exitación 

- ¿ Te gusta hermosa? Pide.. más- Una voz ronca que erizaba la pie de cualquier mujer

- Haaaa..... Qui..e....ro maaa...ás 

Eso era lo que buscaba siempre este hermoso hombre, tener a su compañera de cama rogando por más, así que sonriendo aumento la potencia de las estocadas, penetraba todo su miembro deleitándose con los gemidos agudos de la que en estos momentos se encontraba debajo de el apretando las sabanas.

Después de aumentar la velocidad solo basto de un momento más para que ambos se corrieran en un placentero orgasmo.

Ahora ambos tumbados en la cama agitados y con pequeñas gotas de sudor adornando sus cuerpos solo pensando en dormir un poco, hasta que una moledta voz los interrumpio.

- JIN VOY A IR A TRAER A MI AMIGA DE LA QUE TE HABLE, TE ASEGURO QUE VALE 100 VECES LO QUE LA CUALQUIERA CON LA QUE TE ACABAS DE REVOLCAR

- JODETE MIKU, NO ME INTERESA TU AMIGA

- JA, YA LA VERAS CUANDO LLEGUE - dicho eso, Miku se fue corriendo para recibir a su amiga, la mejor de todas diría ella.

Mientras en la habitación de Jin, una hermosa mujer lo miraba con cara de perrito regañado

- ¿Me vas a dejar por una amiga de la loca de tu hermana? 

- Claro que no- dice Jin con un unos labios curbados formando una hermosa sonrisa 

- Más te vale- sentencia, haciendo un puchero, el cual es besado por Jin

- Duerme un rato hermosa- dice Jin cerrando los ojos 

- Bien- dice la mujer, mientras abraza al bello hombre a su lado, quedando profundamente dormido ambos

Miku

Iba camino a traer a su amiga, una sonrisa adornaba su rostro, ya se imaginaba todo lo que podrían hacer, tenían mucho de que platicar, quería llevarla a recorrer Corea y que disfrutará de verdad, y lo mejor de todo es que se quedaría en su casa, divagando en sus pensamientos, resulta que llegó a su destino, no fue hasta que el hombre del taxi la despertó de su ensoñación.

- Señorita, hemos llegado

- Gracias- procede a pagar y se baja con la emoción de una niña pequeña que va a recibir un regalo 

Espera un rato hasta que abren el pesado portón y dejan pasar a un  policía el cual  dice:

- Prisionera 2,373

¡ Perdóname! Fue mi error ( + 18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora