𝐍𝐈𝐍𝐅𝐀| "𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒔𝒕𝒓𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊𝒔 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔, 𝒚 𝒕𝒂𝒎𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒕𝒆 𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒆𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒅𝒂𝒔"
Sophia Cullen; una vampiresa con un don mágico y cautivador llegará a Forks a deleitar a...
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Sophia no podía describir lo que sentía en esos momentos, había quedado tan atonita que solo pudo atinar a cerrar los ojos y disfrutar las caricias que le brindaba el lobo. No entendía cómo Seth no terminó huyendo, o, en el peor de los casos, no terminó despedazándola por ser una amenaza. Las actitudes de Seth la ofuscaban, probocando un remolino de emociones que es difícil de controlar. Podría estar enojada por los atrevimientos, él se tomaba en decir y actuar, a la vez podía sentir una felicidad que le provocaba una paz en su interior.
Es raro como una persona podía hacerte sentir varias emociones a la vez, pero a la vez era lindo
A Seth no le importaba que Sophia fuera vampira, no le importaba que sea de su especie enemiga, no le importaba que los suyos la consideraran un monstruo. A Seth lo único que le importa y siempre le importará es que Sophia esté bien, que la protegerá de todos, y si es posible, hasta de ella misma.
Seth no paró de darle lenguetazos a Sophia hasta quitar cualquier rastro de sangre que cubría su bello rostro, provocándole cosquillas a Sophia, quien no pudo evitar reír levemente. Para Seth, el escucharla reír era como música para sus oídos. Emocionado por escucharla reír, se abalanzó sobre ella hasta quedar encima. Ante la perspectiva de Sophia, Seth parecía un gran cachorro que quería jugar.
A Seth no le interesó que estuviera bañada de sangre o de siquiera haber presenciado tal acto de salvajismo. A Seth lo único que le importaba era que esa linda sonrisa que originó en el rostro de Sophia se quedara ahí para siempre. Supo en el momento en que la vio que ella no se encontraba bien y lo pudo cuando al acercarse ocaiono que ella retrocediera, asustada y nerviosa. No importaba cuál sería la forma, pero siempre trataría de sacarle una sonrisa.
Las risas sesaron en el instante en que Seth se detuvo, colocándose aún costado para que Sophia pudiera levantarse. Sophia hizo lo previsto, levantándose hasta quedar sentada frente a Seth. Ambos permanecieron mirándose fijamente, perdiéndose en profundos ojos sin intención de salir.
Sophia, encantada con las sensaciones que provocaba Seth en ella, parecía que al estar a su lado la aprisionaba del mundo exterior a una burbuja, una bubuja donde se sentía protegida, donde ella podía ser ella misma, sin ser juzgada por ser lo que es. Pero como muchos dicen, <"Todo lo bueno tiene un final">
Un individuo no deseado había llegado a la escena, arruinando el ambiente que se formó entre la pareja. Los comentarios despectivos y críticas que hacía sobre Sophia habían hecho rabiar a Seth, quien no dudó en gruñirles a sus propios hermanos con tal de defender a Sophia.
