Part Of Me -Yeonjun

6. Yuwon

Antes de cerrar, saqué el pequeño pastel que había hecho mientras la noche pasaba. No sería más grande que un plato pequeño de café, pero era lo suficiente para una sorpresa. Seguramente, cuando dije que por su cumpleaños le haría un postre pensó que era broma, después de todo no nos conocíamos de nada. Pero recordé esa rápida y fácil receta, la ejecuté y dejé reposando mientras los pedidos y los clientes llegaban y se iban. Desde la cocina escuchaba las risas de aquellos en la mesa. A pesar de ser un lugar tranquilo, el pueblo tenía gente realmente escandalosa allí.

—Es un bonito detalle—dijo Gang viendo como colocaba una vela sobre el mini pastel.

—Me gustaría llevarme bien con la gente de aquí—prendí el mechero—después de todo, vendré más seguido.

—¿Más seguido?

—Bueno, antes de que pasen años, espero.

La vela ya estaba encendida. Sonreí viéndola. Mis amigos también hacían ese tipo de cosas, me preparaban o compraban un pastel pequeñito y llegaban con una vela de pronto. Quería darle un buen cumpleaños a esa chica, parecía agradable y le rodeaban gente igual de sonriente; ¡yo también quería formar parte de eso!

Apagué la luz del restaurante asustando a un par de clientes más que no se habían ido aún. Sang y Gang comenzaron a cantar conmigo el cumpleaños feliz mientras me acercaba con el pastelito. La chica sonreía fascinada, y sus amigos se nos unieron según avanzaba la canción. Dejé sobre la mesa, justo frente a ella, el plato para que soplara la vela.  Todo el restaurante aplaudió mientras Sang encendía la luz de nuevo.

—Gracias, no hacía falta.

—Es un detalle.

Sonrió viéndolo.

—Eres muy dulce, Yuwon —Jinie me sonrió con su deslumbrante sonrisa—¿Quieres sentarte?

—Oh, pues estaba limpiando para cerrar y-

—Quédate con tus nuevos amigos, limpio yo, y cierra más tarde si quieres para que te quedes con ellos un rato—Gang me revolvió el pelo.

—¡Quédate con nosotros!—Jinie me señaló una silla vacía al otro lado de la mesa.

Me lo pensé, realmente lo hice. Sus miradas curiosas me dieron ganas de sentarme y conocer más de ellos y de ese lugar, pero no podía permitírmelo. Era tarde, mi padre me esperaba en casa y en la mañana tenía pensado pasear por los alrededores desde temprano.

Suspiré negando lentamente. Vi su frustración, pero más disilusionada estaba yo en esos momentos.

—Mi padre me espera en casa, otro día me quedaré.

Jinie se levantó de la silla. Me gustaba mucho su vestido de flores azules, le quedaba realmente bonito. Me abrazó por los hombros, ni siquiera pude prepararme. Correspondí al abrazo avergonzada, todos nos estaban mirando. La conocía de menos de un día y me trataba como si fuéramos amigas de toda la vida. Supuse que era así con todo el mundo, pero las miradas entre los presentes me dio a entender que no lo era. Al parecer Jinie no solía ser tan cariñosamente intensa.

—Espero verte pronto, y la próxima no vale huir—Beomgyu agarró su vaso de agua y bebió mirándome fijamente—¿Entendido?

—Entendido, la próxima vez haré lo que queráis.

—Yo retiraría esas palabras, Yuwon—Soobin miró de reojo a Beomgyu, la sonrisa de su rostro era aterradora—Este chico es un peligro.

Era consciente de ello.

Le conté todo a mi padre. Cómo hice nuevos amigos y ellos me invitaron a pasar tiempo con ellos. Jamás vi una sonrisa tan grande en su rostro. Se estiró en el sofá y me abrazó estrujándome. Extrañé durante mucho tiempo ese tipo de contacto. Estar hablando del día de cada uno sentados en el sofá, un abrazo lleno de cariño y unas risas totalmente sinceras. La soledad de la sala en el apartamento era aburrida, más cuando mi madre ni siquiera cenaba en casa. Solíamos hablar con tranquilidad mientras ella cocinaba, pero para eso yo debía estar en casa y no estudiando o quedando con amigos, y ella debía estar alejada de su trabajo. Sabía que lo hacía para mantenerme, para vivir con esos pequeños lujos en aquel gran apartamento, pero no me gustaba verla agotada con ojeras todos los días.