Cap. 15

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BY TOM

Él estaba en la cocina, mientras tarareaba la melodía que le había dedicado. Yo apreciaba el momento, me había cansado de ayudarlo a cocinar, por lo que me encontraba a su lado. <<¿Sigues enojado por lo de ayer, Estrellita?>> Le dije mientras besaba su sien, amaba demostrarle mi amor. Es tan hermoso y no solo físicamente, el hacía que mi estómago se llenara de mariposas, si, sé que suena estúpido, pero lo sentía. Bill lo tenia todo, era como un dios griego, uno que se apiadaba de mí y me daba amor.

Me miró de reojo y una sonrisa se formó en su rostro. Metió la mezcla al horno, ¿se suponía que ya había acabado? <<Sabes que no puedo estar tanto tiempo enojado contigo... cielo>> admitió ahora de frente, mirándome fijo. Se aproximó a mí con un paso lento, cuando estuvo lo suficientemente cerca se pegó a mi cuerpo, su mano tocó mi pecho y comenzó a bajar hasta mi pelvis.

<<Estuve pensando un poco...>> Susurró con una voz provocativa, su mano se acercó a mi entrepierna, rozándolo. Un gruñido involuntario salió de mi parte ¿Se había despertado con las hormonas alteradas o qué? <<Quiero ir a visitar a emily>> soltó inesperadamente, abrí los ojos algo anonadado, no entendía la razón.

<<¿Por qué?>> lo interrogue extrañado.

Me dio una rápida mirada, analizando mi rostro, probablemente mi cara hubiera estado algo roja <<Si es tu amiga... también quiero que sea la mía>> y con eso se alejo de mi, sin dejarle hacer más preguntas. Dejándome completamente duro. Mierda, ese niño solo quería provocarme, tendría que hacerme cargo yo.

Subí escaleras arriba, más exactamente a mi habitación. Mantuve mi teléfono en mano y llamé aquel contacto. Si Bill quería visitarla, eso haríamos. "Pareces perro faldero" pensé intrusivente. Da igual.
Sonaba el pitido, avisando que la llamada estaba siendo entrante.

<<¿Hola?>> Respondió a través de la línea, me puse al tanto poniendo el teléfono en mi oreja.

<<¡H-hola!>> dije de una manera tonta, ni siquiera tenía nada planeado, todo había sido tan espontáneo. <<Eh... podríamos ir a visitarte más tarde?...>> seguí antes de dejarla preguntar.<<Bill quiere ir a verte>>

Ella no contestó luego de un rato, su tono de voz sonaba confundido <<¿Bill?... ¿Tu hermanastro, no?>>

<<Ese mismo>>

<<Oh... venga cuando quieran, están invitados>> dijo algo atónita por mis palabras, en realidad, probable sea por las palabras del pelinegro.

Todo se quedó en silencio, no sabía cómo salir de la situación un poco incómoda <<Bueno... hasta luego...>> corte la llamada antes de dejarla hablar, nunca había pasado esto, lo más seguro es que yo tenía miedo de soltar algo cuestionable o que levante sospechas. No me gustaría que ella sepa sobre la relación que mantengo con mi hermanastro.

Luego de esa llamada me desabroche un poco los pantalones, tenía que hacerlo, me estaba tan duro que dolía. Me tiré a la cama e busqué la foto que nos habíamos tomado bill y yo ayer en el pícnic. Él salía perfectamente bien.

Cerré los ojos e puse una mano en mi miembro, complaciéndome mientras mentalizaba ese día en el que había follado al menor por primera vez, recordando las sensaciones que me había hecho sentir, su interior apretado y cálido, como mi pelvis impactaba contra su trasero y sus gemidos. Mi respiración se aceleró de un momento a otro. También pensaba en más posiciones eróticas para practicar entre él y yo. Mierda Tom, te has vuelto un demente.

𝙏𝙤́𝙢𝙖𝙢𝙚  ᵗᵒˡˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora