Prólogo:

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Mi mañana no comenzaba demasiado bien, había discutido con el sargento de nuevo y eso me traería problemas con el mayor. He intentado demostrarle una y mil veces que sirvo para algo mas que para poner multas y revisar parquímetros, pero el se empeña en que soy la chica de los parquímetros.

-Eh tu, chica de los parquímetros, el mayor te busca en su oficina.

Mierda, seguro que le había contado que habíamos vuelto a discutir.

-Seguro que te busca para despedirte por tu mal comportamiento.

-Algún día te demostrare que sirvo para algo más que para poner multas imbécil.

-Si, si. Lo que digas chica parquímetros.

Bufando me dirijo a la oficina del mayor, intentando no parecer nerviosa. Suspiro intentando relajarme y llamo a la puerta. Una voz me responde del otro lado.

-Adelante.

-Buenos días señor, ¿me quería ver?.

-Si Dalia, siéntate. Te quería ver porque tengo una misión para ti, a partir de ahora dejaras las multas y los parquímetros y te infiltraras en un club nocturno.

-Un club nocturno?!

-Veras Dalia, en los últimos meses han desaparecido misteriosamente dos chicas de ese club, ambas estaban estrechamente relacionadas con Gabriel, un exmafioso irlandés. Tendrás que infiltrarte en el club como camarera e incluso tendrás que estar dispuesta a hacer bailes exóticos. Nuestro objetivo es que te acerques a Gabriel para poder investigar la conexión entre las desapariciones y el. 

-Bailes exóticos?! Yo, no, no puedo hacer eso. No tengo ni idea, además no tengo entrenamiento para infiltrarme.

- Recibirás una semana de entrenamiento, mientras tanto diremos que has sido trasladada de base por tus malos comportamientos para no levantar sospechas.

-Si señor.

-Perfecto , a partir de ahora pasaras de ser Dalia a ser Leila. Mucha suerte, sabía que podía confiar en ti. 

-No le defraudare.


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