Seis

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Sus piernas ya no podían más, estaban ya cansadas pero no pensaba parar hasta alcanzar al más bajo. Hace unos minutos que un pelinegro había aparecido en la puerta del departamento de Matías pero este sin dejar al otro pronunciar una palabra salió corriendo al lado del mayor luego de cerrar su puerta en un solo movimiento...Se notaba que estaba haciendo capricho y que no pensaba hablarle de nuevo a Enzo

-Nene, para un toque- Enzo grito mientras intentaba seguirle el paso al otro

-Anda a joder a otra parte-

El menor si que era bastante rápido corriendo, quitando el echo de que Enzo iba con terno por su trabajo

Parecía que cada segundo le aumentaba velocidad al más bajo y ahora era prácticamente imposible que el mayor lo logrará alcanzar por más rápido que corriese detrás de él así que en tan solo unos segundos lo perdió de vista

-Q pelotudo- Matías bajo la velocidad al ya no ver a Enzo y se metió a la cafetería donde trabajaba su amigo

Llegó a la recepción y apoyo su cabeza en está

-¿Que se le ofrece?- que desagradable era para Matías cuando el de bigote hablaba de esa manera

-Habla bien boludo-

-Mati, estoy en horario de trabajo-

-Simon...¿Te acuerdas de Enzo? El señor ese, que conocí en la cena del restaurante por el cumpleaños de Esteban- las palabras de Simón fueron ignoras por completo

-Como olvidarlo si pasabas hablándome de él todo el tiempo-

-Che, el forro ese resultó ser un imbécil de mierda-

-Adivinare, te mando a la mierda porque cometiste un "error"-

-Esta vez si que fue uno. Un señor se quejo por lo precios del restaurante y me dejaron a cargo por un rato así que puse promociones-

-Sos un pelotudo Matías, no puedes hacer eso-

-Pero fue un error y el boludo ese no tenía ningún derecho a tratarme así-

La cara de desaprobación de Simón los decía todo. Siempre era lo mismo con Matías, le empezaba a gustar alguien y si lograba conquistarlo hacia algo que no debía hacer y culpaba al otro sin antes darse cuenta de que él también tenia parte de la culpa

-Matias, no es la primera vez que pasa esto. Tienes que aceptar que también tienes parte de culpa-

-Pero...-

El sonido de la campana cuando alguien entraba por las puertas de la cafetería se escucho haciendo que Simón quite la mirada de Matías y la dirija a un chico de piel semi "morena"

-Te deseo suerte- esas palabras fueron acompañadas por unas palmaditas en el hombro de Matías y luego Simón se retiró a una mesa para recoger las cosas que dejaron

Unas ganas de que la tierra se lo tragara. Matías no quería hablar con Enzo pero él ya se encontraba a tan solo unos pasos de él, ahora si que no tenía escapatoria. No podía hacer un escándalo en el trabajo de su amigo porque sabía que si hacía algo despedirían a Simón

-Bajale un poco Enzo, no pienso hablar con vos- Matías se dió la vuelta quedado cara a cara con él pelinegro que acaba de parar en secó quedando muy cerca del más bajo

-Nene, te lo ruego. Déjame perdonarme-

-Invítame un café y te doy 7 minutos para que hables-

Luego de un rato ambos estaban sentados en una mesa esperando sus órdenes. Enzo aún no se había atrevido a tomar la palabra así que lo hizo Matías

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⏰ Última actualización: Apr 18 ⏰

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Amor en el Restaurante Estelar/ Esteban Kukuriczka x Francisco Romero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora