Capítulo 3

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–¿qué?

Él se levantaba, otra vez su altura gigante elevándose hacia ti se acercó tanto a que sólo estuvo a un paso de poder tocarte.

–¿En serio crees qué puedes escapar tan fácil de mí?– él decía con una sonrisa amplia y maliciosa, esos cuatro ojos que tenía se fijaban ante los tuyos– Escúchame bien claro porque sólo lo diré una vez–continuaba el hombre mientras agachaba un poco su cabeza para estar a la altura de la tuya, su rostro tomaba una más seria– Cuando se tratará de alejarte de mí no tienes mucho que hacer, si yo digo que dormirás en mi misma habitación será así, si yo digo que salgas, tu vas a salir, así de sencillo. Podrás tener el control de todos aquí pero menos de mi...

Decía él mientras te miraba fijamente, después de unos breves segundos levantó su rostro de nuevo sin aún quitar su mirada de la tuya.

Estabas petrificada, no sabías muy bien que hacer, nunca pensaste que lo de aquella petición iban a llegar a su oídos
¿Uraume le dijo? ¿simplemente escucho? ¿Como?

Oh si, aquella sombra que viste antes..."este hombre es más poderoso de lo que tenía pensado" pensaste.

Frunciste el ceño en respuesta mientras lo mirabas fijamente, después de eso, aventarse lo que tenias en las manos y saliste molesta del cuarto
¿Al menos un respiro, no?

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Te tomaste tu tiempo claramente pero inevitablemente ustedes dos tenían que dormir en el mismo futón, una vez que tuviste el lugar te diste la vuelta dándole la espalda y cubriendote con la cómoda manta que tenias en tus manos.

Retomo, tu familia no era ni rica ni pobre, pero ciertamente no habías tenido una sábana así como antes.

Te perdiste en la comodidad: el clima, la sábana y el futón...oh el futón que cómodo que era, en eso quedaste totalmente tranquila y te quedaste relativamente dormida.

Sin embargo no lo sabías, pero sukuna quién estaba acostado boca arriba, te estaba viendo todo el tiempo, hasta que este reconcilió el sueño.


Te despertaste sola en el futón por la mañana.

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Oh también hay bebidas como café y otras frutas– te decía Uraume a tu par de pie.

Mientras que tu estabas sentada en un cojín con tu mesa puesta cerca de ti para tomar el desayuno en una sala de estar con vista al jardín, un sitio abierto.

– tráeme café, por favor– le respondiste.

Uraume acató tu orden y fue por una taza de café, mientras hacía esto no parabas de pensar en algo que has tenido en mente desde aquella noticia; el porqué tus padres te habían vendido a aquel hombre...

¿En serio es por protección? ¿Qué ocultan? ¿Por qué tu de todas las mujeres que habían en el pueblo? ¿Qué tienes tu que ellas no tengan?

Eran unas pocas preguntas de muchas que cruzaban por tu mente, sentías que tu familia realmente te oculta algo...y que Sukuna lo sabe.

《RYOMEN SUKUNA x LECTORA》Destinada Para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora