Capítulo 7

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Contenido explícito
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Otro día más y otro día menos, la luz del sol entrando por los ventanales, los pájaros cantando el clima sorpresivamente cálido pero no lo suficiente caluroso, de todas formas el clima no era el problema ahora mismo...

El problema es que eran aproximadamente las 10 de la mañana con 30 minutos y hace justamente 10 minutos apenas pudiste descansar puesto que; Sukuna, tu marido, estaba literalmente follandote toda la maldita noche sin descanso, habías perdido las cuentas de cuantas veces te habías corrido, más que él eso es seguro, parecía que el placer no iba a terminar, el hombre era tan avaricioso y caprichoso que no le bastaba disfrutar de tu coño por solo unas horas, no, él disfrutaría tu coño toda una noche, exactamente hasta las 10 de la mañana con 20 minutos y lo último que pudiste escuchar de él mientras que tu estabas aturdida había dicho con una voz posesiva y afectuosa

"Bien hecho, querida, lo sosportaste como toda una mujer"...

Estabas acurrucada junto a él aunque tu espalda pegando con su pecho(debido a que esta fue la última posición) y él tenía sus cuatro brazos acorralandote, no olvidemos el detalle de que estaba tranquilo durmiendo y tu apenas recuperabas un poco de consciencia, eso , admiraste el estado de Sukuna, tan satisfecho, tranquilo e indefenso. No pudiste dormir anoche así que no podías reconciliar el sueño rápidamente, tu cuerpo estaba tembloroso y te sentías cansada, como si hubieras corrido una maratón...¿aunque se podría decir que es lo mismo?

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Finalmente conciliaste el sueño, no dormiste más de 5 horas, pero bueno decidiste que en la noche dormirás como 15 más, así que, cuando te despertaste miraste el futón, ya no se encontraba Sukuna pero era el mejor momento para tomar un respiro e ir a tomarte un baño, un buen baño, te levantaste y lo unico que pudiste sentir fueron tus muslos temblar, tu espalda retorciendose por si sola en su dolor, tus tobillos doblandose sin estabilidad y finalmente cayendote contra el suelo. Estuviste maldiciendo por un buen rato, pero cuando finalmente te pudiste levantar tomaste la ropa que estaba en el suelo para que de camino te veas algo presentable, al final te pareció mejor ir a las aguas termales del lugar pero eso significaría toparte con Uruame o algún trabajador o trabajadora, aunque era poco probable.

Aun así saliste de la habitación, caminando a paso lento debido a la poca estabilidad, cruzaste un par de pasillos y fue entonces cuando escuchaste mucha gente hablar desde la puerta principal, como si de una multitud se tratase, no te equivocaste, cuando llegaste al lugar originario de estos ruidos pudiste presenciar algo sorprendente.

Todas las concubinas, las mujeres que le servían a Sukuna, estaban siendo sacadas en orden en fila, estas claro a supervision de los guardias del lugar con una vestimenta casi de un samurai, tenían katanas pero con ropa casual, supiste que estos eran hechiceros humanos ¿también existen malos? Pues si.

Todas las mujeres eran sacadas, otras estaban molesta, te acercaste con curiosidad y te pusiste al lado del querido Uraume.

¿qué pasa?–preguntaste

《RYOMEN SUKUNA x LECTORA》Destinada Para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora