𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐞𝐨́𝐧 ✦ 𝐬𝐮𝐧𝐰𝐨𝐧

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗖𝗨𝗔𝗧𝗥𝗢

Sunoo admiraba el fascinante poder que Won poseía, había acompañado al hada para ver lo que podía hacer con las cosechas en el pueblo, JungWon podía sanar y hacer crecer las hortalizas con sencillez. Y no sólo eso, Kim llevaba días observando de cerca al hadita que se encontraba enfocada en su trabajo, ya había aprendido muchas cosas de él durante estos días que llevaban juntos como:

Que Won era bueno para comunicarse con los animales, que podía controlar la luz, también que adora demasiado comer cosas dulces y que le gusta curiosear y hablar demasiado, pero odia los ruidos fuertes, así como el hecho de encontrarse solo.

Ahora que una fuerte tormenta había caído sobre el pueblo, el pequeño JungWon se encontraba oculto dentro del bolsillo del envolvente abrigo de SeonWoo demasiado asustado debido a los fuertes relámpagos.

Sun iba a pasó veloz para llegar a casa de su abuela lo más rápido posible.

— Ya estamos aquí —dijo agitado y con alivio a la vez que cerraba la puerta de su cuarto —. Puedes salir JungWon, aquí estás a salvo —le habló con un tono tierno.

JungWon se asomó algo inseguro, pero luego terminó volando de aquí para allá preguntando sobre la función de cada cosa que tenía en su habitación y SeonWoo no tenía problema en responder.

Cuando término de secarse le ofreció a Won un trocito de pan y el pequeño se acercó para acomodarse mejor sobre el abdomen del joven una vez que Sun se acostó sobre su cama.

SeonWoo le contaba sobre cómo era su escuela y amigos mientras JungWon le escuchaba con admiración.

Suspiró. —Sería increíble si pudieras transformarte en humano, aunque fuera por un día y mostrarte todas las cosas de mi mundo. ¿Te imaginas?

—Eso es posible. —contestó a la ligera.

Sunoo lo miró perplejo. — ¡¿Qué?! ¿Y por qué no lo has hecho antes?

—Porque no lo habías pedido —respondió tranquilo —. Puedo ser como tú a menos de que lo desees con toooodas tus fuerzas —hizo un ademán con sus pequeñas manos demostrando la magnitud del deseo —Sólo tú puedes transformarme.

—Me siento como esa película de la princesa y el sapo —comentó soltando una risita — ¿Acaso tengo que besarte y solo así te trasformas?

Jungwon arrugó la frente confundido.

—Olvídalo. ¿Qué tengo que hacer? —le miró con atención.