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Rampo era excelente en todas las materias, solo necesitaba un poco de teoría y podría hacer cualquier cosa de forma impecable, no necesitaba mucho

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Rampo era excelente en todas las materias, solo necesitaba un poco de teoría y podría hacer cualquier cosa de forma impecable, no necesitaba mucho. Hoy era una de esas clases donde, por tan raro que parezca, debía prestar atención almenos, unos cortos minutos. Daba igual que tanto escuchaba, de vez en cuando las palabras "cateto..." "número pi..." "recta..." entraban en su atención, siendo lo necesario para aprobar todo el trimestre cuando, una ventisca cálida golpeó su oído.

-¿Entendiste esta parte? No la logro entender del todo... ¿Rampo?

La chica pelinegra se sobresalto, poniendo su rostro de diferentes colores.

-¿Disculpa?-había pasado poco más de una semana desde que Allen la arrinconó, lo suficiente para que haya acabado un trimestre y haya empezado otro, no creería que eso tuviese importancia pero parecía que desde que dieron inicio a un nuevo ciclo educativo, Allen estaba actuando tan... amistosamente raro, más raro a lo que acostumbraba.

-Que si entendiste esto, no me queda claro.-volvió a explicar en un susurro a su lado, importandole poco la distancia entre ellas.

-O-oh, si, claro.-explicó superficialmente el ejercicio al que apuntaba la más alta, intentando concentrarse en los cálculos y no en aquellos ojos purpuras que la miraban con tanta atención.

Intento ser rápida con la explicación para ella misma, no perderse con los nuevos temas que se estaban explicando al frente. Allen pareció analizar el ejercicio durante un corto tiempo para luego devolver el papel a su sitio con un "Ohh", dirigió su mirada a quien tenía a su lado.

-Gracias, ya lo entiendo.-le dedico una pequeña mueca parecida a una sonrisa.-Eres muy inteligente.

Con sus dedos revolvió el cabello de Rampo un pequeño momento y continuó escuchando la clase. Por otro lado, Rampo estaba teniendo un pequeño cortocircuito.

Allen la había halagado, a ella, le llamo inteligente, y como si fuera poco revolvió su cabello. La palabra 'inteligente' parecía no querer irse de su memoria, revoloteando una y otra vez frente suyo, intentaba tocar su cabello de forma disimulada, mismo cabello que Allen había tocado indirectamente. Jugaba con su lapicero pasándolo por sus dedos y garabateando su carpeta, reprimiendo las ganas de comenzar a decir "¿crees que soy inteligente?", "¿puedes repetirlo?", "dilo de nuevo", seguramente si lo hiciese parecería un perro al que llaman "buen chico", pero de alguna forma, por fuera, por más tranquila que ella creía que se veía, lucia tal y como un perro moviendo su cola y alzando sus orejas.

Desconoce cuanto tiempo estuvo recreando esa escena por su mente, incluso dándose la libertad creativa de agregar más escenas o más palabras que no sucedieron, pero sus fantasías inundaron toda su capacidad mental, dejándola en un océano de satisfacción. Jamás creería que un halago de Allen, dicho de esa manera, con su voz, le daría tanta alegría.

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⏰ Última actualización: May 24 ⏰

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Tu dulce en mis labios / Rampoe FemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora