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Hudson
La luz roja que avisa que ya no estamos al aire se apaga así que me levanto rápidamente del sofá y me dirijo al camerino, estoy sudando frío y siento que me desmayare en cualquier puto momento, ¿en qué estaba pensando? Exacto, no estaba pensando, me sentía presionado y una mierda, la cague hablando de más, ¿Ahora que voy a hacer? no puedo escribir un libro así como así, y menos cuando no tengo ni idea de cómo comenzar una historia así.
Sabía que iba a pasar, un escritor debe reinventarse de vez en cuando, pero planeaba darme unas vacaciones de mínimo dos años, después de finalizar una saga en la que estuve amarrado desde hace seis años. Tomé algo de agua para dejar de sentir mi garganta seca y la puerta se abre y veo a mi manager y mejor amiga Violett, quien me lanza mirada de que me quiere asesinar, si se que lo arruine y no tiene que decirlo.
— ¿Qué carajo hiciste? ¿Estás trabajando en un nuevo proyecto? ¿Desde cuándo?
Suspire y me recosté en la silla para mirar al techo blanco. Estoy jodido, claro que sí.
—¿En qué me metí? Me van a comer vivo, ¿Es muy tarde para cambiarme el nombre e irme a África?
—No te irás a ningún lado—se acerca a dónde estoy, así que vuelvo a verla, siempre he pensado que tiene unos ojos increíbles color verde mar. —Voy a resolverlo.
—Gracias, por siempre salvarme.
—Ese es mi trabajo.
Se levanta y saca su celular para salir del camerino, yo me miró al espejo y quitó mis lentes para ir al baño y lavar mi rostro. Mi celular suena así que veo mis redes sociales, tengo miles de mensajes y etiquetas, todos están emocionados porque “Ya pronto tendrán una nueva historia” joder, todo se está saliendo de mis manos. Empiezo a leer los comentarios y veo uno en especial que siempre llama mi atención, hay una chica (@anonymousreader) que sube reseñas y críticas sobre libros en su Instagram y Twitter, solía verla porque me encantaba su manera de expresarse hasta que descubrió mis libros y los catálogo como “Unos libros sin sentido y con personajes planos y sin sentimientos” una sola estrella fue un golpe a mi autoestima.
Nunca me había afectado un mal comentario sobre mis libros, hace mucho dejé de prestarle atención pero me había hecho tan adicto a sus videos y la admiraba y verla hablar así, me dejó pensando en si de verdad soy bueno escribiendo. Quise enviarle por privado, hablar con ella y no sé qué le diría. No sabía ni siquiera su nombre real, solo conocía su rostro y su usuario en redes sociales, no éramos ni seremos amigos claro está porque por lo visto me odiaba y aprendí a odiarla yo también.
Ha comentado que no sería capaz de escribir un libro que contuviera algo que ver con una relación, que un niño de ocho años tiene más imaginación para eso que yo, que tengo veintidós. Y creo que tiene razón, nunca he sido fan de esas cosas, no soy romántico, no he tenido novia, cuando era un niño ninguna niña se fijaba en mí, solo era el chico raro que se sentaba al fondo a leer, con gafas de culo de botella, de dientes separados y lleno de acné.
Cuando cumplí catorce años decidí que tenía que hacer algo por mis dientes así que me puse brackets, ¿que creen? tampoco fue muy atractivo para las chicas. Cuando publiqué mi primer libro y comenzó a tener reconocimiento algunas de mis antiguas compañeras me enviaban para invitarme a salir, no acepté porque no olvido aún las veces que me ignoraron. Claro que querían salir conmigo, había dado un cambio increíble en mi apariencia, ya no usaba esas gafas ridículas, mis dientes estaban perfectos, ya no tenía acné y me encontraba en forma porque había decidido ir al gimnasio y cambiar mi aspecto físico.
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NUESTRO QUERIDO CLICHÉ
Teen FictionLa vida de Kennedy Jenkins cambia rotundamente al mudarse a Alemania para cumplir su sueño de ser una novelista. Pero el destino tenía otros planes preparados para ella. Ahora trabaja para una de las editoriales más importantes y no como lo que quer...