El Debate De Mi Corazón (Claudia x Xochitl)

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- ¿Por qué me haces sufrir de esta forma, Xóchitl? - Claudia hablaba con un nudo en la garganta, sus palabras entrecortadas por la emoción. - Me han pedido que te humille una vez más frente a todos, pero tú sabes que, aunque actúe como una dama de hielo, en el fondo sufro cada vez que te trato mal ante otros.

- Pero, Claudia, si no me amaras, ¿por qué despuégs de ese debate pegmitiste que mis labios tocaran los tuyos? - Xóchitl miraba a Claudia con ojos llenos de dolor. -La verdad es que todo este tiempo que nogs distanciamos, la pasé tan mal. No puedo seguir viviendo si no puedo estar cerca de ti.

(NOTA: me da hueva redactar todo como hablaría chochil, por favor lean sus diálogos en su mente con su pronunciación de la R, jaja).

- Xóchitl, ¿por qué quieres hacer esto más difícil? - Claudia apretó los puños, su voz cargada de frustración. - Lo nuestro siempre ha sido un error, un error de los malos. De esos que solo cometes una vez en la vida.

- Claudia, te conozco desde antes de que se te cayera el metro. - Xóchitl la miraba con intensidad, sus ojos revelando una mezcla de dolor y amor. - Sé que mientes en tus palabras. No me lastimes más.

- ¿Por qué interfieres en mi sueño, Xóchitl? ¿Por qué apoyas a la mafia del poder? ¿Por qué te contradices? - Claudia se cruzó de brazos, su mirada fija en Xóchitl, buscando respuestas.

- ¡¿Crees que es fácil?! - Xóchitl soltó un suspiro entrecortado, mientras lágrimas empiezan a caer. - He intentado durante tanto tiempo superarte, superar tus besos, tus recuerdos, tus abrazos, tu cuerpo. Entré en esta basura por el simple deseo de poder pasar tiempo contigo. Desde que supe que podría estar cerca de ti, lo hice. He fingido ser estúpida para darte ventaja, porque mi sueño no es ser presidenta, mi sueño es volver a ser tuya, una vez más.

- ¿Xóchitl? ¿Estás hablando en serio?

- Sí, no puedo negar el hecho de que me lastima saber que lo nuestro no puede suceder.

En ese instante, la habitación se cargó de tensión. Claudia clavaba su mirada en los labios de Xóchitl, mientras ambas se encontraban en un momento de vulnerabilidad.

- No puedo dejar de pensar en ti, Xóchitl. ¿Puedo? - Claudia dijo, mientras tomaba a Xóchitl por la cintura, apoyándola sobre su cuerpo.

- Tú siempre has tenido el poder de hacer lo que quieras conmigo. Como la chica humilde que soy, te permito hacer conmigo lo que desees...