¡𝗧𝗼𝗱𝗼 𝗣𝗼𝗿 𝗨𝗻 𝗘𝘀𝘁𝘂𝗽𝗶𝗱𝗼 𝗣𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼! → sᴜɴᴋɪ

³⁷

Ni-ki siempre había dicho que su día menos favorito era el Domingo, no había una razón por la cual no le gustará, pero. Justo ese domingo. Estaba muy feliz

Habia salido de casa, caminando con tranquilidad por las calles algo solitarias de esa tarde. Teniendo una pequeña sonrisa en los labios mientras en su mano derecha llevaba una bolsa de compras que había hecho en alguna tienda cercana de por ahí, estaba feliz, y la razon era algo simple. Pues ahora mismo se dirigía casa de Sunoo. Para pasar el día con el, con su novio, Y su sonrisa se extendió en sus labios ante el recuerdo del mayor, haciendo que su corazón latiera con fuerza en su pecho y sus pies acelerar su paso, ansioso y emocionado de poder verlo. Porque lo extrañaba. Incluso aunque se hayan visto ayer. Aún lo extrañaba mucho. Así que se apresuro a llegar A casa del mayor. Y una vez pudo estar frente a la puerta tocó el timbre de inmediato, esperando paciente hasta que la puerta se abrió. Dejando ver a Sunoo. Que al topar sus ojos con los suyos una enorme sonrisa se extendió por sus labios. Y se acercó a él para abrazarlo. Siendo plenamente recibido por el japonés

— Tardaste mucho, tonto — se quejó el mayor. Separándose un poco del Ni-ki. Que sonrió aún más al ver el pequeño puchero en sus labios. Sin tardar mucho en dejar un besito en ellos

— Perdón, me detuve a comprar algunas cosas para comer juntos hoy — informó contento, sunoo solo volvio a sonreir. Está vez siendo el quien se acercó para besarlo

Ambos entraron a la casa. Teniendo la idea de pasar esa tarde sin hacer nada. Solo pasar el rato juntos y ya. Juntos, así que después de una pequeña charla fueron a recostarse en el sofá. Ni-ki estando encima de Sunoo. Abrazándolo y teniendo su cabeza recargada en su pecho. Mientras que el mayor solo se dedicaba a dejar caricias en su cabello, mientras en la televisión se proyectaba alguna película al azar, Pero en realidad. A los pocos minutos en las que estaban tratando de concentrarse en aquella película. no pudieron mucho. Pues entre los pequeños besos castos de pronto sus labios ya no pudieron separarse, está vez. Siendo besos largos. Lentos y dulces. Acompañado de suaves caricias, sin algún tipo de malicia, solo queriendo demostrar su amor en ello. Tal vez queriendo cobrar el tiempo en el que no pudieron hacerlo. En el que no estaban juntos, y estar así ahora. Era algo que les alegraba el corazón

El aire faltó. Y por consecuencia sus labios no pudieron seguir más tiempo juntos. Dejando un par de besos castos antes de separarse completamente. Mirándose a los ojos fijamente, mientras al mismo tiempo una bonita sonrisa de alegria se extendía por sus labios. Riéndose un poco para luego abrazarse. Realmente la sensación que sentían era tan bonita. Simplemente tan especial solo porque eran ellos dos. Porque se amaban de una forma que era difícil de explicar correctamente. Porque ambos no sabían si las palabras podían ser suficientes para poder decirlo. Pero ambos lo sabían y eso era más que suficiente para ellos

Pero, aún habían cosas que Sunoo quería saber

— Ni-ki — llamo el pelinegro, teniendo la atención del japonés de inmediato — ¿Puedo hacerte una pregunta? —

— Dime —

— Cuando dijiste que no estabas hablando de mi... ¿A quien te referías? — cuestiono, aquella duda teniendola en su mente desde hace rato. Pero está vez no quiso quedarse con la duda. Y por lo tanto, supo que preguntar seria lo mejor

Ni-ki se vio ligeramente confundido por la pregunta. Pero solo sonrió y no se vio molesto o incómodo con aquella cuestión. Se acomodo en su lugar. Recargando su mentón en el pecho del mayor. Pensando un poco antes de mirar al mayor

— bueno, antes de ti habia estado con un chico — empezó, tratando de recordar aún — el era un nerd completamente, yo y eunchae solíamos molestarlo mucho. Así que lo hicimos nuestro "amigo" aunque solo lo teníamos cerca porque era divertido molestarlo y ya, pero el nunca se alejó de nosotros y eso era porque al parecer estaba enamorado de mi, y bueno. Yo solo aproveché eso, y comenzamos a "salir" supongo, yo solo estaba jugando. Realmente no me tomé eso en serio. Porque no estaba enamorado de el en lo absoluto. Aunque... Aveces aparentaba estarlo porque me deba algo de lastima, y decidí seguirle el juego nada mas —