Cambio abrupto

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Poco Makoto

Suspiré algo resignado mientras baje la cabeza y acomodaba mi cabello, me desperté una mañana como cualquier otra basura tante cansado. Poner límites parecía normal... Que equivocado estuve.

Tenía ojeras notables mientras lavaba mi cara con agua y con jabon, como pin pon. Me seque con un toalla y me puse el uniforme del colegio.

En cierto punto considere sorprendente que aún estando cautivo pudiera seguir yendo a lo que llamo, cárcel. Pero supongo que con un buen soborno por parte de cierta personita, solo debería presentar los proyectos y tareas hechas en ese momento y listo.

Y así lo hice, no pude evitar cuestionar el profesionalismo de mis superiores. Pero supongo que es una ventaja de asistir a preparatoria pública, no me siento afortunado de esto en lo absoluto pero casos similares o incluso más peculiares fueron pasados por la vista gorda.

Fui a vestirme con el uniforme, seguí mi rutina diaria.
Sorprendí a mi hermana con un abrazo, tomamos los bentos que ella nos preparó en la cocina y caminamos hacia la preparatoria sin despedirnos de nuestros padres. Ni siquiera nos prestaron atención porque empezaron una pelea matutina. Compramos un chicle de camino y mientras masticamos empezamos un debate de la nada.

*Qué es mejor: Perros o gatos?

Ella insistía en que los gatos son seres sofisticados y limpios que dan ternura pero yo argumente que los perros eran más sensibles y amorosos que los gatos y que eran conocidos como el mejor amigo del hombre.

Seguimos así hasta llegar, nos despedimos y fui a mi salón. Extrañado de no haber visto a mi novia. Me senté en la silla, dejé mi mochila encima de la mesa y le escribí un mensaje.

-'Buenos días, Sayaka dónde estás? '

-'Te sientes enferma o algo? Te traigo algo? Que pasa?'

Al ver que no contesto decidí llamarla pero no me contesta. Ni siquiera revisa los mensajes, iré de camino a su casa para verla después de clases.

Y así paso mi día, verificando mi teléfono cada vez que podía para ver una señal de ella o intentando mandar un mensaje o llamada sin respuesta. Incluso le pregunté a varias personas si la vieron, incluidos maestros pero ninguno sabía.

Una vez terminada la jornada, sucedió el descanso. Busque a mi hermana para hablar de algo intentando ignorar los pensamientos de mi cabeza, mi ansiedad y preocupación.

Que le habrá pasado? Por qué no me contesta? Se enfermó? Dije algo que la molesto? Por qué no vino a clase?

Empecé a masticar y morder mis uñas, tratando de recomponerme.
Al final no encontré a Komatsu y comí solo en el receso.
Que tendencia tienen las chicas de desaparecer? No lo entiendo...

Una vez finalizó el día busque a mi hermana por toda la preparatoria, sin éxito. El movió en mi bolsillo sonó de repente, mientras intenté respirar hondo tratando de calmar mi cansancio luego de correr como un loco tratando de hallar a mi hermana.

Y si, recibí más de una mirada confundida y criticona mientras lo hacía. Gente metida... Si no van a ayudar, no estorben ni critiquen sin saber.

Vi que se trataba de un mensaje. Uno de Komaru.

Me dijo que se fue sin avisarme porque tuve que ir a la farmacia, a comprar toallas sanitarias de urgencia y que me esperaba en casa. Yo insistí en ir pero ella solo me dijo que me alcanzaría después y que no me preocupe.

Dispuesto, llegué al vecindario y toque consecutivas veces la puerta de la casa de mi novia sin contestación. Le envié otro mensaje y arranque una hoja de mi cuaderno para escribir una nota rápida y la pasé debajo de la puerta. Mi corazón latía descontrolado.

La princesa de la lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora