Quinta parte

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La puerta fue tocada y sin mucha espera fue abierta por Marcus, quien revoloteaba a su alrededor retocando su cabello y su maquillaje, detrás de la puerta se dejó ver a un joven de aspecto pulcro y elegante, sus manos eran cubiertas por un par de guantes negros, entre ellas sostenía con cuidado algo. Dio una pequeña reverencia ante él y se aclaró un poco la garganta antes de hablar y dar un paso adentro.

— Príncipe Lucifer, traigo aquí para usted el periódico que ha llegado está mañana, si me lo permite me retiraré, sabe que en caso de necesitar algo puede llamarnos y con gusto lo atenderemos.

Pronto se retiró, no sin antes hacer una reverencia más, dejando así una vez más la habitación para ellos dos, el periódico había sido dejado encima del tocador sin desdoblar, lo tomó entre sus manos y en el primer momento que leyó lo que apareció en primera plana vio en su interior los nervios aumentar cada vez más al pensar en lo que sucedería dentro de pocos días. Tomó una bocanada de aire intentando calmarse sin mucho éxito.

En el periódico se podía leer en el encabezado «Se anuncia la muerte de la reina de Karis, Stella».

Sus manos temblaban de forma poco perceptible, pero allí estaba, él sabía acerca de cómo había sido aquel desastroso matrimonio que ahora se encontraba en el ojo público, aún recordaba cómo durante meses había escuchado las quejas de su amigo Stolas sobre su esposa a la que llamaba «bruja», incluso había intentado detenerlo de cometer tal acto irreversible, claramente fallando de forma miserable y ahora, allí estaban las consecuencias de sus acciones.

Sabía que pronto llegaría la invitación de su entierro y velatorio, lo único que debía hacer era callar y ver a Stolas fingir dolor por la muerte de su esposa, pronto Marcus término de arreglar su maquillaje y cabello, pronto se anunció que el carruaje lo esperaba sin prisa, listo para partir, en esta ocasión se suponía que viajaría un par de días antes del gran evento, que sería su boda, para terminar todos los preparativos finales, su padre llegaría dos días antes de la boda.

El viaje se sintió igual de efímero que la última vez, cuando buscaba explorar tal hermoso reino y conocer a su prometido. A diferencia de las anteriores veces, no logró dejarse caer en los complacientes brazos de morfeo, ya que la fuerte mezcla de inquietud y nervios se lo impidieron.

El viento cálido y el olor de las flores lo envolvieron a la hora de su llegada a la mansión, una sonrisa se posó en su rostro desde el primer momento que vió a Alastor a espera de su llegada de forma paciente

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El viento cálido y el olor de las flores lo envolvieron a la hora de su llegada a la mansión, una sonrisa se posó en su rostro desde el primer momento que vió a Alastor a espera de su llegada de forma paciente.

Al final de todo, la idea del duque Ozzie de una boda al aire libre había sido tomada de buena manera y ahora su boda sería en un campo verde, cerca a un lago lleno de cisnes y patos.

Alastor aún recordaba aquella conversación que tuvieron en medio de la noche en algún lugar de los inmensos jardines de la mansión, el mismo día que había llegado había sido llevado a probarse el traje para su boda.

Stella - Au RadioappleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora