La última noche del año

PREFACIO: El reencuentro

Según lo que la familia informo, Giorgio Bianchi, a sus 40 años murió por un arremetida de su gran corazón. El sobrepeso y su historial familiar le pasaron una gran factura.

Se puede decir que durante toda su vida en la que fue educador, su oreja izquierda siempre estuvo de un color rojo. ¿Por qué? Bueno, dicen las malas lenguas que solamente sucede cuando hablan mal de ti. ¡Y como no hacerlo! Presentar una prueba, un trabajo o aun peor una exposición oral, el te masacraba. Era imposible pasar con buena nota alguna de las asignaturas que dictaba.

Amaba lo perfecto. Según lo que expresaba, Él era la existencia de la perfección humana. Él superhombre que tanto habla el loco de Nietzsche.

Y tiembla cuando Bianchi se enojaba. ¡Pobre de sus estudiantes! Ningún Santo podría ayudarlos.

Todos podían afirmar que a pesar de ser él profesor más temido y estricto; de su tremendos enojos causados por sus propios estudiantes o de sus ideas locas. Siempre pero siempre podrías encontrar un amigo el cual te aconsejara, un hombro en el cual llorar y un papá que te regañara.

Bianchi no tuvo solo dos hijos. No, te equivocas, tuvo ocho. Puede que seis fueran algo así como adoptados sin ningún papel de por medio pero se podía acreditar que él pasaba mucho más tiempo unidos que sus propios padres legítimos.

Pero esta historia no se basa en la vida de Bianchi, ni en las locuras que cometió, ni en sus estudios, porque el empezó estudiando para ser sacerdote, si, aunque no lo creas, pero no lo fue finalmente, ya sabes, se enamoro. Bueno en realidad, su novia que después fue su esposa quedo en embarazo. Y es que era un casanova, tenia novia mientras se preparaba para ser cura.

Una mesa reservada desde hace cuatro meses, esperando para que al fin se diera la cena acordada. Bianchi sabia que su ultimo día estaba cerca, un sueño se lo advirtió. Su tío que hace mas de diez años había fallecido, apareció en el sueño y le aviso con simples palabras lo que sucedería: "Muy pronto nos veremos, Giorgio, no tengas miedo a morir, no hay nada mas hermoso que la muerte".

Así de sencillo comprendió que debía alistarse para partir. Haciendo las pases con las personas necesarias; viajando a México, específicamente a Cancún, siempre había sido su sueño el conocer esa costa. Allí comió tanta comida mexicana, que decidió probar también la peruana, la chilena, la de argentina y como no, la cubana; el cual tuvo la oportunidad de probar su primer y ultimo puro habano. Cuando volvió con su esposa a la ciudad que lo vio nacer, decidió dejar un testamento, claro esta que nadie de sus familiares o amigos creía que Bianchi moriría pronto, como el mismo afirmaba.

"Un hombre en la cúspide de su vida, no va a fallecer de un momento a otro, solo porque él lo diga", "Eso nunca va a pasar", "Te queda mucha mierda por vivir", eso decían, solo sabemos, que en la mañana de un 30 de agosto el profesor Bianchi murió por un paro cardíaco en su hogar. 

Todo el mundo sabe de ese reencuentro y no es una noticia muy amigable que digamos. Todo el mundo sabia que ese grupo en particular no se volvería a reunir por que ellos lo desearan, no era un sentimiento que compartieran. Pero como lo dejo claramente especificado el astuto profesor en su testamento, ese era parte de sus últimos deseos, compartieran una cena, juntos, como lo fueron alguna vez, una familia, que dejaran por un momento todos sus prejuicios y su terquedad para disfrutar de una cena pagada por él y sobre todo en nombre de él.

☺  ***

Hola a ti. 

Esta historia es totalmente mia, bueno basada en lo que vivi y lo que creo que viviré cuando llegue esa aclamada y odiada (por mi parte) reencuentro del curso. ¿Por que la escribo? Ni yo tengo idea. Que va si, bueno tengo una lista (muy cliché) de cosas que hacer antes de morir. Si. Y pues escribir una historia hace parte de un punto de mi lista. Aunque sea una semi-autobiografia, porque tengo que pensar como mis otros raros compañeros. Y no lo veo fácil, perooo ¡Acepto el reto!.

No les dire quien soy realmente en la historia. Es un secreto. (¿Adivina?)

Espero que mi amiga la luna me ayude a inspirarme, y terminar. Así que...

Solo se feliz. :)