Día 4

2.5K 168 102
                                    

—Jaime... ¿Hay culiao con un hombre alguna vez? –Apenas vio como el mencionado soltaba los papeles y lo miraba con los ojos abiertos (en una expresión difícil de describir), supo que su vida quizá podría estar por terminar en unos minutos más.



Oscar se encontraba en su oficina mirando 5 frascos que estaban sobre su mesa. ¿El contenido? Hierba de diferentes tipos que había comprado para fumar en las últimas vacaciones que tomó. Se cargó en todo el respaldo de su asiento y sonrió bastante satisfecho, admirado de su nueva colección como si fuera lo más preciado que tenía (claro, después de Alexis, su gato).

—¡¡Bebe~ bestia!! –Fue quizá en este momento cuando supo que algo más iba a ocurrir. Era amigo de años del CEO de la empresa, Jaime. Apenas el padre de él, se había retirado de los negocios para pasar tiempo con su esposa, su amigo lo tomó como su mano derecha y, claro, naturalmente, estaba un poco más debajo de la hermana de su amigo (que por un tiempo fue secretamente su novia) pero tenía un generoso cargo de director el cual no debía envidiarle a nadie. Entonces, dada a esa larga relación con la mujer que se asomaba graciosamente por la puerta, reconocía aquel tono tanto como la hierba que tenía dentro de sus frascos.

—¿Qué weá? –La miró caminar a saltitos hasta llegar a uno de los asientos que estaba en frente y pestañear varias veces seguidas en un gesto que le hizo sentir gracia—. Esas cosas ya no funcionan conmigo.

—Chucha, se me olvida que ahora te gustan con pico por delante –Bien mordaz, respondió la hermana de su amigo. Dejó de lado el coqueterío barato con su ex y se concentró en mirarlo con una sonrisa bastante falsa—. Antes de lo más bien que caías ante mí... ¿Debo hacer memoria? La mesa, tu silla, contra las ventanas...

—¡Basta! Por fa... –Golpeó Oscar la mesa colocándose rojo mientras se obligaba a que su mente dejara de recrear la cantidad de recuerdos que vivió en cada lugar que mencionaba la hermosa mujer—. Pasado es pasado... ¿Puedes olvidarme ahora?

—Del pasado al presente ambos sabemos que terminaremos casados y, espero, eso responda tu pregunta. –Sentenció con tal seguridad, que tembló al saber con cierta desazón, que aquello, efectivamente, era tan cierto como que saldría el sol al otro día.

—Supongo que no vienes a hablar de los invitados al matrimonio –la vio sonreír y cruzarse de piernas—. Tampoco a hablar de trabajo, ¿qué pasó con el Jaime ahora?

—Simple y al punto, Oscarito –Lanzó una carcajada al aire y movió su pie—. Necesito que me averigües algo, así que te introduciré el tema y después el por qué deberías hacerme el favor –al ver que el hombre movía la mano para que continuara, se acomodó más en la silla y suspiró—. Sabes que me preocupo por el bienestar del Jaime, fuera de que sea uno de los herederos de esta compañía, es mi único hermano y todo lo que quiero es verle feliz; sin embargo, con la llegada de Nicolás, el panorama ha cambiado. ¿Entraste a su oficina hoy?

Oscar asintió. Fuera de todo lo distraído y perdido que podía ser, hoy, cuando entró a la gran oficina, vio algo insólito: había una columna de trabajo por hacer en uno de los costados del escritorio. Jaime Navarro, su amigo del alma, estaba con sus lentes puesto y la vista fija en su ordenador leyendo como si nada más le pudiera importar. Eso, para un tipo como él, tan trabajador y delicado era casi un sacrilegio.

—Dejó trabajo pendiente... —Habló luego de unos minutos de silencio—. No pasaba desde que tu papá le dejó el cargo y, solo fue porque tuvo que aprender otras cosas y firmar más papeles antes de dejar su anterior puesto.

—Exactamente... por eso necesito que le preguntes si ha tenido relaciones con algún hombre. –Pidió la mujer como si nada, actitud que obviamente, desencajó a su ex.

Special Cat [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora