La tormenta se fue

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Después de todo, el mundo sigue siendo el mismo,
tan revuelto y extraño, salí de mi habitación, para ver el sol,
sigue igual de deslumbrante igual que la última vez que lo admiré,
tomé una ducha, después de meses, pude sentir el agua sobre mi piel,
mientras se erizaba, no había tocado el agua quizás es algo antihigiénico, pero la depresión me hizo quedarme estancada, al grado de no tener fuerzas para salir de mi cama, me pare frente al espejo, con miedo a enfrentar el mismo reflejo, pero está vez, pude ver algo nuevo, me aprecié tranquila, comencé a cepillar mi cabello, aún enredado y algo maltratado después de tanto tiempo de no darle su cuidado, tomé el rizador, recuerdo que mucho tiempo ame ponerme bonita, pero es tan raro, no recuerdo cómo se ocupa este accesorio, me estoy esforzando  para hacer lucir un poco mis pestañas, el bálsamo lo pase por mis labios resecos y tan maltratados.

Salí a caminar, sentí la brisa del aire sobre mi rostro,
la naturaleza intacta, cada vez más bella.
Recordé que una vez mi psicóloga me dijo:
«Un día dejaras de llorar y sentirás tranquilidad,
un día entenderás que nada era tu culpa,
un día miraras hacia enfrente y ya no hacia atrás»

La tormenta paso, aunque me quedé un poco traumada , cambie mi forma de vestir, me pinte el cabello, fui a terapia, comencé a amarme, me fui a tomar, deje de contestar mensajes, me volviste a buscar, pero ya no sentía nada.

La tormenta paso, y valla que se llevo tu recuerdo, valla que mi corazón quedó limpio y dispuesto a amar nuevamente, confiar en el proceso siempre ayuda, recuerda no todo es lineal, los procesos duelen, los procesos sanan, tranquilo todo estará bien, tarde o temprano.

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