#Reto Aico001
Él la siente cerca, con su aura elegante, casi como una brisa omnipresente, indefensa y libre.
El niño no entiende qué pasa, pero está en calma. Ya lo vienen a buscar, va a perderse para siempre el reflejo de sus ojos.
Con sublime ceremonia y una sonrisa que encierra mundos, el señor de negro lo acoge en su regazo. Lo recibe sin ser juez, lo acaricia como a un viejo amigo, y se lo lleva a un mundo desconocido con un boleto que solo es de ida.
—¿Me odias? —preguntó el niño.
—No. —contestó la muerte alzando su mano. — Tan solo quiero que no vivas en un mundo que no te merece.
Ese día, tan olvidable como puede ser, se convirtió en el momento en el que perdí la inocencia. Desde entonces nunca he vuelto a ser el mismo.
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Los Retos De La Madriguera 🐇
Poesía¡Corre, corre, corre, vamos tarde a la fiesta de la reina! 🐇