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Después de mucho tiempo, la chica finalmente se encontraba de nuevo en la cancha, lista para bailar. Con cada paso, cada giro, parecía liberar una parte de su ser que había estado guardada por tanto tiempo. Su cuerpo se movía con gracia y pasión, recordando los movimientos que una vez dominó. Cada movimiento era una expresión de alegría y libertad, y a medida que la música fluía a su alrededor, se sentía más viva que nunca.

Podía sentir esa energía fluir desde el núcleo de su cuerpo y extenderse por cada rincón de él, ocasionándole una fuerte carga de energía. Se sentía como si estuviese volando en lo más alto del cielo, donde ni siquiera un ave puede llegar. El sentir como su sangre fluía con más fuerza y su respiración cada vez se hacía más brusca, ejercía un impulso de seguir bailando aún más rápido hasta que pudiera sentir que sus pies ya no podían más y se arrancarían en algún momento.
A medida que la música cada vez llegaba más a su fin, Laiha sentía una desesperación que no sabía de donde venía y el porqué.

Sus compañeras al igual que ella estaban sintiéndose cansadas, pidiendo in enumeradas veces en su mente que ya parara la canción. Por otra parte Laiha sentía como si le estuvieran inyectado una dosis de dopamina, el sentir que su cuerpo se movía con agilidad como si estuviese flotando en las nubes, le hacía recordar a cuando le inyectaban calmantes en el hospital psiquiátrico. Minutos después la canción dio su fin indicándoles a las demás que pararan al igual que a ella, cayó rendida en el suelo, las gigas de sudor se hacían presenten por todo su cuerpo como si le hubiesen tirado un cubo con agua. Laiha estaba recuperando el aliento cuando de pronto una toalla cayo sobre su cabeza, dio un pequeño salto del susto al sentir tan repentinamente la textura de la toalla en su cara, al quitarla para ver quien se la había tirado, miro un poco hacia arriba para encontrarse con la figura enorme de Louis quien la miraba riéndose.

Aunque no lo admitiera a Louis le gustaba ver esta versión de Laiha, se miraba tan vulnerable tratando de recuperar su aliento y las gotas cayendo por su cara hasta su pecho la hacía ver sexy, en realidad le encantaba esta chica aunque no lo admitiera.

—Niña boba, anda límpiate estás toda sudada. Sucia— dijo mientras le daba una patada ligera a Laiha mientras se reía
Laiha lo miro por unos segundos para luego devolverle la sonrisa, sentía como revoloteaban mariposas en su estómago.
Se secó la cara y cuello con la toalla, para luego tomar su botella con agua y beber un poco, después de unos minutos sonó el timbre indicándoles que había terminado la clase.
—Bien chicas, andando tomen una ducha. No querrán a oler a mierda por ahí— Dijo la entrenadora, mientras aplaudía para tener la atención de todas.
Las chicas contestaron con un si mientras se dirigían a las duchas. Al entrar todas se encontraban desvistiéndose para meterse a la regadera, Laiha se fue hasta las duchas del final para desvestirse y meterse rápidamente.

Laiha

Podía sentir el agua recorrer mi cuerpo, la sensación fría de esta me causaba una sensación tan agradable en el cuerpo, el agua golpeando cada parte de mi piel y sentir mi pelo mojado cayendo por la comisura de mi cara, todo era tan saciable.
Estaba ahogada en mis pensamientos mirando al suelo mientras me quitaba lo que quedaba del shampoo en el cabello cuando sentí un golpe en mi glúteo, lo que me hizo estremecer y voltear de golpe para ver de quien se había tratado.

—Que carajos- dije sorprendida ante la sensación del golpe, mire hacia atrás y vi a America con una sonrisa.
—¿Te asuste Laiha?- dijo mientras reía a carcajadas— Anda no tardes tanto, he decidido que hoy almorzaremos juntas como en los viejos tiempos— menciono con una sonrisa victoriosa para después cerrar la cortina de la ducha y dejarme confundida.

Cerré la manija del agua y salí de la ducha,para luego dirigirme a mi casillero y tomar mi ropa, eran unos shorts y una camisa de Queen, amaba esa banda. Me puso unos tenis y salí con mi mochila colgada en mi hombro, caminaba por los pasillos cuando de pronto America me tomó por los hombros, dándome un abrazo.
—Linda camisa Laiha, oye enserio tienes un cuerpo muy sexy— Dijo con un tono muy pícaro
—Mmh gracias America, pero no lo digas tan alto— dije mientras me encogía de hombros por la vergüenza, sentí como mi cara hervía.
—Vamos, somos chicas, no tiene nada de malo que te diga el buen trasero que tienes Laiha—mencionó para luego tomarme de la mano y guiarme a la cafetería.

Louis

Me encontraba saliendo de las duchas, escuché a unos amigos hablando del regreso de Laiha al club de danza. No le tome importancia y decidí cambiarme lo antes posible para así ir por Laiha y pedirle que me acompañe a la cafetería almorzar.
Estaba recargado a un lado de puerta de los vestidores de chicas, esperando a que saliese Laiha, ya habían salido casi todas las chicas menos ella, no quise preocuparme supuse que solo se estaba dando una ducha larga. Y si bueno soy un adolescente no les puedo negar que tuve el deseo de meterme a los vestidores solo para verla, pero imaginarme encontrarla cambiándose o desnuda hacia que mis nervios brotaran. Sentí mi cara hirviendo lo que indicaba que me había sonrojado, sacudí mi cabeza para controlarme.

—Mierda Louis deja de pensar eso— dije mientras me daba golpecitos en la cara
Escuche la puerta abrirse y pude ver a Laiha tan hermosa como siempre, mierda se miraba tan bien en esos shorts y su maldito cabello mojado. Camine un poco rápido para tratar de alcanzarla cuando de pronto mire a una chica tomarla por los hombros y abrazarla, me quede un poco confundido, no le tome importancia y decidí caminar atrás de ellas.
Pude escuchar su conversación, no era nada fuera de lo normal, hasta que pude oír como la chica le decía a Laiha que tenía un buen trasero. Espera acaso, ¿acaso ella la había visto desnuda? ¡¡¿A mi Laiha, mi pequeña Laiha?!!
Esto debe ser una puta broma.

Apreté mi mandíbula tras escuchar esas palabras, como había sido eso posible, debía ser una puta broma lo que acababa de escuchar.
Las seguí hasta el comedor, me senté un poco lejos para observarlas. Podía ver como Laiha se reía ante la conversación de aquella chica, como mierda le puedo tener celos a una maldita chica, Laiha y yo ni siquiera como algo más allá que mejores amigos. Por que sentía este sentimiento de ir y tomarla ahí mismo. ¿Por que?

Un golpe en el hombro me hizo salir de mis pensamientos era David Prikstrown, un compañero del equipo de basquetbol, se podría decir que era uno de mis fieles amigos lo conozco desde que íbamos en preescolar. Supe que estaba enamorado de Laiha el año pasado, pero supongo que no es rival para mi ahora.

—Vaya vaya, parece que el pequeño Louis está celoso.— Mencionó el rubio riéndose, mientras robaba una de mis papas fritas.
—De que hablas David— dije frunciendo un poco mi ceño ante sus palabras
—Se nota a kilómetros que has estado viendo a Laiha hablando con America, supongo que debes estar alerta ahora Louis— dijo dándome golpes en la espalda, ¿A que se refería con eso?
—¿A que te refieres?—
—¿Que no lo sabes?, La chica con la que está Laiha es America, America Whestong. Ella, ella es lesbiana, acaba de salir del closet hace como 1 año, supongo que puso en la mira a Laiha, ahora que está de regreso y se puso mucho más guapa, no solo ella tiene en el ojo del huracán a la pequeña Laiha.—Mencionó mientras tomaba un poco de su jugo.
Di un suspiro ante su comentario, que mierda debía hacer. No creo que Laiha se lesbiana, ohh eso pensaba... Supongo que le preguntaré en la salida.

Laiha

Note que en todas las clases Louis no dejaba de verme como si quisiera preguntarme algo que realmente necesitaba saber en este preciso instante. Me encontraba saliendo de la clase pues había dado fin el horario escolar cuando sentí que alguien tomó mi mano, jalándome bruscamente haciéndome chocar en el pecho de alguien, volteé hacia arriba y efectivamente era Louis.

—Necesitamos hablar.— Lo mire confundida, ¿que es lo que pasaba?
-¿Ahh?
Louis me llevo hacia el patio en un lugar un poco alejado y solitario, el silencio era un poco incómodo ninguno de los dos formaba palabras para romper el hielo, solo estábamos recargados en un árbol viendo el cielo. Cuando iba a hablar, Louis tomó la palabra primero rompiendo por fin el silencio.
—Laiha, se que esto es repentino y puede tomarte por sorpresa pero necesito saberlo ya, si no supongo que no podré dormir— dijo para luego voltear hacia mi y observarme con esos hermosos ojos.
—¿Que?...¿que es lo qué pasa?— Es que acaso se me iba a declarar o algo así, sentía mariposas revolotear en todo mi estomago. Escuche un suspiro provenir de Louis para luego escuchar esas palabras que hicieron que mi sonrisa se borrara.
—Tú.. ¿acaso eres lesbiana?— dijo mientras su cara representaba la reacción de ambos en este momento.
-¿Que carajos?

TranstornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora